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Desde Santa Fe

El paso de la secretaria de Delitos Complejos, Ana Viglione, por la Legislatura, repitió esta semana un clásico: el hostigamiento político al diputado del PJ, Héctor Acuña, a quien sus colegas del socialismo y hasta un secretario de la Casa Gris intentaron molestar con chicanas y provocaciones. Ya en la última interpelación al ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, Acuña fue molestado desde un palco repleto de funcionarios del gobierno -a pesar de que era uno de los dos interpeladores designados por el pleno-, pero cuando los silbidos se convirtieron en insultos, el presidente de la Cámara, Luis Rubeo, hizo desalojar la barra. El miércoles, el legislador reaccionó dos veces: primero, ante la intervención de un acompañante de Viglione y después, por un comentario por lo bajo del diputado Joaquín Blanco, que un rato antes lo había llamado "inquisor". "¡No te voy a permitir que me faltes el respeto!", le advirtió Acuña. "¡Vos no me asustás!", le contestó Blanco. Rubeo sugirió entonces que "la sigan afuera".

El primer incidente lo protagonizó el secretario de Coordinación Administrativa del Ministerio de Seguridad, Gustavo Asegurado, uno de los que acompañó a Viglione. "¡No interrumpa más, por favor!", le pidió a Acuña, molesto por la seguidilla de preguntas. "Es una compañera, la interrumpe permanentemente", intentó justificarse.

-Le pregunta sobre la marcha, a medida que contesta -le explicó Rubeo.

-La quiere poner nerviosa -protestó Asegurado.

-¿Usted quiere actuar de moderador? -retrucó entonces Oscar Urruty, en tono irónico.

Acuña reaccionó: "La secretaria no vino a exponer, sino a responder. Le vamos a preguntar todo lo que sea necesario", dijo. Y apuntó con el índice: "Lo que hiciste vos es una falta de respeto" -lo tuteó Acuña. Asegurado no habló más.

-Les pido a los asesores y a los legisladores que mantengamos la línea -insistió Rubeo. Blanco aprovechó entonces para meter otra chicana: "Acuña es un inquisidor", dijo

-Le está preguntando -aclaró Rubeo.

-Hay formas y formas de preguntar --saltó la diputada Alicia Gutiérrez. Su colega de la UCR, Santiago Mascheroni, puso cierta distancia. "No tenemos una actitud de patota, solo una mirada distintas sobre los hechos".

"Yo sabía que esto iba a suceder, ya lo hicieron en la interpelación a Lamberto, cuando mandaron a militantes pagos a la barra para insultarme. Sabía que iban a hacer esto", recordó Acuña.

-Estamos bien pagos -se burló Blanco.

Unos minutos después, Acuña volvió a reaccionar ante otro comentario de Blanco por lo bajo: "No te voy a permitir que me faltes el respeto, Joaquín. Te lo digo en serio. Si querés preguntar, pedí la palabra y preguntá y si querés, respondé", se enojó el diputado del PJ y presidente de la comisión de Seguridad.

-Y yo te digo una sola cosa. No me asustás, Acuña -respondió Blanco.

-Si quieren seguir, vayan afuera -los frenó Rubeo.

Viglione fue convocada a la Legislatura para informar sobre la detención de dos investigadores de su área, el comisario Gustavo Pereyra y el sargento Juan Maciel, en una causa que investiga una supuesta "asociación ilícita". Pero el informe fue atravesado varias veces por el caso del ex jefe de Policía de la provincia, Hugo Tognoli, preso como presunto "partícipe necesario del delito de comercio de estupefacientes agravado por su condición de funcionario". "Tognoli no podía operar solo", dijo en un momento el senador Armando Traferri cuando planteó la necesidad "ser más exigentes en los criterios de selección de policías para cargos políticos". El diputado Mario Lacava hizo la misma asociación. "Pereyra es un comisario imputado en una causa por pasarle datos al narcotráfico, que fue designado en la Secretaría de Delitos Complejos. No era un perejil. Está preso por una investigación judicial, no por un investigación de quién lo designó. Con Tognoli pasó lo mismo, era el top de la lucha contra el narcotráfico en los cuatro años del gobierno de Binner, después lo ascendieron a jefe de Policía y hoy está preso por connivencia con el narcotráfico. Háganse responsables de las cosas que hacen".

-¿Esto tiene algo que ver con lo que estamos hablando? --saltó Joaquín Blanco.

-Sí, tiene que ver -dijo Lacava.