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Hace menos de un año, Carolina Z., de 25 años, decidió hablar de su padecimiento como víctima de violencia de género, empujada por una nueva paliza. Desde una cama del Hospital Alberdi mostró sus innumerables hematomas y contó situaciones aberrantes sobre su pareja, que llegó a tenerla encerrada durante varios días, sin comer. La semana pasada, la Justicia rosarina dio a conocer un fallo de procesamiento contra el agresor. Roberto Luna sigue preso, tras haber permanecido prófugo varios días, y será juzgado por los delitos de "privación ilegítima de la libertad agravada por violencia y lesiones dolosas en concurso real", por un hecho de agosto de 2010, aunque cuenta con otros dos procesamientos por hechos similares contra la misma mujer.

Según detalla la resolución de la jueza de Instrucción 5º, María Luisa Pérez Vara, el sábado 7 de agosto de 2010, Luna interceptó a Carolina en una esquina de la ciudad de San Lorenzo, "la subió a un Peogeot 405 y la golpeó en todo su cuerpo con sus puños. Cuando llegaron al domicilio que compartían, éste continuó golpeándola con un palo de escoba en la espalda, estómago y cabeza, a la vez que le profería patadas por todo el cuerpo y luego de desvanecerla la dejó encerrada en una habitación, donde ató la puerta con un alambre para impedir que saliera". Mientras apretaba el improvisado cerramiento, el hombre le decía: "No te va a encontrar ni la policía".

Además, el fallo expresa que la golpeó en manos y dedos "para impedir que sacara el alambre de la puerta" y escapar. Allí la mantuvo sin comer hasta el 14 de agosto. Durante esos siete días, solo bebió agua. Luego, el agresor le dejó al puerta abierta del cuarto donde la mantuvo presa. "Siempre me encerraba después de golpearme, hasta que se me fueran las marcas, y para que no lo denunciara", contó Carolina el año pasado sobre el caso que llevará a juicio al agresor.

Para la jueza, el relato de la víctima sobre ese episodio "se encuentra convincente y suficientemente acreditado", reza la resolución.

El relato de Carolina conmovió a los rosarinos en julio de 2012, cuando con el rostro desfigurado y un ojo completamente cerrado y morado, contó su realidad a los medios de comunicación para que las mujeres denuncien casos de violencia; para que no callen. Ella lo había hecho en unas treinta oportunidad, pero según denunció en ese momento, no fue escuchada.

Por esos días, la joven madre de una beba había llegado inconsciente al efector, luego de ser golpeada con un fierro, por su pareja, con quien convivió cuatro años.

Tras recibir el alta, y mientras Luna estaba prófugo, la Municipalidad protegió a Carolina y la llevó con su hija a un lugar seguro; un refugio para mujeres golpeadas.

Tras una intensa búsqueda, y en medio de amenazas que recibieron Carolina y su madre en el hospital por parte de personas cercanas al agresor, el apodado "Teté", de 38 años, fue apresado días después. Desde entonces, permanece detenido. Ahora la Justicia convirtió esa detención en prisión preventiva y lo procesó por las agresiones a la joven, que fueron desde violencia psicológica y física hasta secuestro y amenazas de muerte.