Desde Santa Fe

Luis Rubeo inició ayer el tercer mandato consecutivo como presidente de la Cámara de Diputados. Sus colegas lo reeligieron por 43 votos a favor, incluido el suyo -porque volvió a votarse a sí mismo como en 2011- y tres en contra. La excepción fueron los diputados justicialistas que responden a María Eugenia Bielsa que apoyaron al jefe de su bancada, Pablo Di Bert, como ocurrió en los últimos años. Rubeo agradeció la confianza de sus pares y se mostró satisfecho por la "convivencia" entre el Poder Ejecutivo y una Legislatura de distintos signos políticos. "Hemos estado a la altura de las circunstancias", dijo. Y criticó a los sectores de su partido que lo llaman "acuerdista" por su trato con el gobernador Antonio Bonfatti. "Fortalecer las instituciones requiere más debates y consensos que palos en la rueda y piedrazos en las ventanas", planteó Rubeo. Un reproche que los legisladores de Bielsa interpretaron como otro tiro por elevación a su jefa, que justificó la renuncia a su banca por el "pacto" de un sector del PJ con la Casa Gris.

Rubeo sabía que su tercera reelección sería un trámite. Y así fue: cosechó 43 votos, unos cuantos más que los 16 de 2011 (cuando ganó por un voto: el suyo), los 40 de 2012 y los 38 del año pasado. "Gracias por confiar en mí", les dijo a sus pares. Después, agradeció a su familia y casi se quiebra, aunque lo evitó con un silencio que se llenó de aplausos.

En el plano político, Rubeo repasó la realidad de la provincia, donde el pueblo -dijo- "decidió que la mayoría de la Legislatura fuera de un color político diferente al del Poder Ejecutivo. Esta situación exige un gran ejercicio de diálogo y un altísimo espíritu democrático de parte de todos nosotros. Y creo que hemos estado a la altura de las circunstancias", festejó.

Y en esa línea, ratificó su "compromiso" de fortalecer el "diálogo" y el "consenso". "Tenemos vocación de poder, pero no vamos a trabajar para que un gobierno (el de Bonfatti) fracase. No es mi forma de construcción política porque el fracaso de cualquier gobierno lleva sufrimiento al pueblo. Y yo quiero mucho a Santa Fe como para hacer cosas que causen perjuicio a los santafesinos".

"Somos respetuosos del rol que las urnas nos dieron" y "trataremos de ser la mejor oposición posible. Pero esto no obsta que recorra la provincia para decirles a los santafesinos que si ellos nos acompañan podemos tener un proyecto de gobierno que los enamore", se ilusionó.

Fue allí cuando Rubeo sorprendió al aprovechar el estrado para hablar de la crisis del PJ, que en Diputados está dividido en doce bloques. Un record. Le pidió "permiso" a los legisladores del Frente Progresista "para dar un mensaje hacia el interior de mi partido".

"Hay muchos compañeros con quienes compartimos la amplia trinchera peronista -sostuvo- que se rasgan las vestiduras ante la oposición descarnada que los grupos económicos, los intereses mezquinos y las corporaciones mediáticas le hacen" al gobierno de CFK.

"Sin embargo, en Santa Fe, donde intentamos plasmar una oposición responsable, me tildan de acuerdista, critican mi estilo de conducción y mi forma de llevar adelante mi tarea como presidente. A esos compañeros quiero decirles algo que aprendí desde muy chico: No tenés que hacer lo que no te gusta que te hagan. Y esto es algo que todos los argentinos deberíamos poner en práctica", recomendó. "Todos somos necesarios y debemos llevarlo adelante por la positiva, es decir: construyendo y no destruyendo", concluyó.

"A esos compañeros los invito a construir un peronismo tan representativo de la gente que en las próximas elecciones nos ubique como alternativa de gobierno", agregó Rubeo. Los diputados de Bielsa interpretaron que el reproche estuvo dirigido a su jefa y a ellos.

La mesa directiva de la Cámara se completó con la elección del vicepresidente 1º, el radical Victor Hugo Dadomo (que reemplazó a la socialista Inés Bertero) y el vice 2, el diputado del Pro, Federico Angelini, que ocupa el cargo desde 2011.