[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Mientras el secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, dijo ayer que desde abril del 2013 la Municipalidad no le renovaba los permisos a la bailanta Poker que funcionó hasta la semana pasada en el club Central Córdoba, la concejala María Eugenia Schmuck (Bloque Radical) reclamó investigar la responsabilidad de Luis Baita cuando estaba a cargo de la subsecretaría de Prevención y Seguridad. "Fue el propio municipio el que hizo un sinnúmero de actuaciones como inspecciones, la no renovación de habilitación, las clausuras, hasta llegar a la denuncia penal y al cierre del local", afirmó Asegurado. "Preocupa que un funcionario de alto rango, a cargo en aquel entonces de un área muy sensible, haya estado al tanto de la situación de la bailanta Poker Night y no haya intervenido debidamente. Las dudas sobre el accionar se repiten en otros casos, como Palacio Berlusconi, La Rosa y muchos locales bailables", planteó Schmuck.

Luego que trascendiera periodísticamente que el ex director de Inspecciones de la Municipalidad, Gregorio Ramírez, había advertido a Baita a través de una nota formal fechada el 22 de abril de 2013 que se oponía a prorrogar la precaria habilitación de la bailanta que funcionaba en Central Córdoba por diversas irregularidades, el secretario de Gobierno dijo ayer que desde ese momento el Municipio no renovó los permisos.

"Se habla de una autorización del día 19 de abril del subsecretario Luis Baita. La habilitación fue solicitada por el presidente del club para que funcionara la bailanta en la institución. Y Gregorio Ramírez eleva el informe el 23 de abril. A partir de ese momento, ya no se le renovó más los permisos que solicitaba la propia institución, y surgen un sinnúmero de actuaciones. Cuando se encontraba funcionando este local, se lo clausuraba hasta tal punto que se llega en marzo a hacer la denuncia penal correspondiente", señaló Asegurado a La Ocho.

El funcionario agregó que la bailanta "se cerró durante el año pasado cuando la encontró funcionando. Hubo más de once inspecciones del municipio con clausuras, actuaciones del tribunal (de faltas) aplicando las sanciones correspondientes. Por último se llega a principios de este año con la denuncia penal. Hubo un número importante de acciones del municipio y también a solicitud de las autoridades del club que venían a pedir las autorizaciones y renovaciones correspondientes y que las mismas fueron denegadas, desde junio del año pasado".

A partir de las revelaciones periodísticas, la concejala Schmuck le pidió al Municipio que inicie "una investigación administrativa a Baita y a todos los funcionarios que consideren que hayan tenido un mal desempeño de funciones en este y en otros casos". En diálogo con Rosario/12, la edila radical señaló que "durante muchos años no pudieron cerrar Yamper, Stroker, Al Límite, La Tienda, La Rosa, pero da la casualidad que cuando se va Baita y llega (Pablo) Seghezzo le dan la caducidad definitiva a la mayoría".

Schmuck dijo no creer en las casualidades, "más cuando nos habían llegado una serie de denuncias de vecinos y de los propios bolicheros expresando que tenían el aval de funcionarios, con acuerdos no escritos, para que continuaran funcionando y que no nos metiéramos más con el tema". Por otro lado, la concejala señaló que Baita continúa siendo funcionario municipal con un cargo de asesor técnico. "Por lo tanto, esto requiere que la intendenta, como hizo correctamente en otros casos, abra una investigación interna para esclarecer las denuncias y dilucidar responsabilidades", precisó.

Por otra parte, la Comisión de Gobierno del Concejo Municipal comenzó ayer una ronda de reuniones con los sectores interesados en los proyectos de modificaciones a la ordenanza de espectáculos públicos. Los ediles recibieron a representantes de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómico, que nuclea a un buen número de bares con amenización musical, quienes plantearon que la ordenanza ha tenido demasiados parches y por tal motivo es de difícil cumplimiento, y que muchas se ven sujetos a inspecciones cotidianas y son clausurados por cuestiones ínfimas y a criterio del inspector.