Tras casi diez horas de intenso debate en Rosario, el consejo directivo de la Federación Agraria Argentina (FAA) resolvió anoche no adherir al paro agropecuario de cuatro días que arranca hoy, convocado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Pese a ello, la entidad que preside Eduardo Buzzi, la más representativa de los pequeños y medianos productores de todo el país, decidió realizar movilizaciones en todo el país desde el 31 de julio para reclamar modificaciones sustanciales a la política rural del gobierno nacional. Según FAA "la política agropecuaria sigue concentrando el uso y propiedad de la tierra y continúa el proceso de su extranjerización. Se mantiene al mercado como único ordenador de la realidad sectorial, se ha acentuado el avance de una agricultura sin agricultores y se profundizó el deterioro de la agricultura familiar, de las economías regionales y de los pueblos de interior".

Los 32 delegados de la Federación Agraria se reunieron a media mañana en un local de calle Paraguay al 1300. Allí deliberaron hasta las 20 sobre la situación del campo, la medida de fuerza convocada por CRA y las políticas que viene adoptando la Secretaría de Agricultura.

Los delegados trajeron a la ciudad el mandato de las 14 asambleas regionales realizadas la semana pasada en todo el país. En cada una de ellas se trató, además de cuestiones puntuales de la actividad, cómo sigue la posición federada ante a la acción de gobierno.

"Hasta ahora hubo diálogo con el gobierno, pero no estábamos pegados como dijeron algunos peyorativamente para descalificarnos. En las últimas semanas las bases piden endurecer la postura y se llegó a esta instancia de discusión interna ", resumió el secretario gremial de FAA, Omar Bracheta, en diálogo con Rosario/12.

En el documento difundido anoche por la agrupación que nuclea a los chacareros, se recalca que la entidad "tiene justificadas críticas a la actual gestión del gobierno nacional en cuanto a las inquietudes y expectativas de su gente. Quedó en evidencia el creciente malestar existente entre los productores, y la inquietud de que los problemas más inmediatos impidan ver el contexto global, donde los riesgos se proyectan en el corto, mediano y largo plazo".

Para los pequeños y medianos productores "hay ausencia de una política nacional distinta, que tenga fuerte acento en las necesidades sociales de los chacareros y de los pueblos del interior. Podría resumirse esto en la necesidad de una agricultura con agricultores. Es decir, no dominada por grandes corporaciones económicas que, mediante el poder que concentran, se apropian de la renta agraria, excluyen a los auténticos productores y poco o nada aportan el desarrollo del interior nacional.

Según la Federación Agraria "es evidente que el gobierno ha definido, en estos tres años, no intervenir en los temas estructurales. No existe una Junta Nacional de Granos, continúa la regresividad impositiva, no existe una ley de arrendamientos que regule este aspecto tan extendido en la actualidad; el plan ganadero nacional sigue siendo un enunciado incompleto a la hora de resolver las demandas de los pequeños y medianos productores; en la cuestión lechera sigue siendo una necesidad contar con un marco regulatorio y esto no aparece como una definición del gobierno; no existe una segmentación de la políticas sectoriales que estimule a los productores de menor escala, y continúa la ausencia de un fondo especial para el desarrollo de las economías regionales".

Por esas razones, el Consejo Directivo Central de FAA iniciará un proceso de movilización por otra política agropecuaria, a partir del próximo 31 de julio con un enérgico reclamo frente a distintas sucursales del Banco de la Nación, por el irresuelto problema de endeudamiento de los productores. Sólo los delegados de la provincia de Entre Ríos promovieron la adhesión de la entidad a la medida de fuerza por cuatro días que arranca hoy, convocada por CRA. "En parte no adherimos al paro porque ni siquiera fuimos consultados", se sinceró Bracheta quien remarcó la importancia de las medidas de acción gremial que encarará FAA en el segundo semestre.