Sobradas razones

Esperar es bueno, cuando se marcha en una dirección que nos conduce a la resolución de nuestros problemas como productores agropecuarios y sobre todos como argentinos. Esperar cuando el camino nos conduce a más concentración de la producción, de la tierra, marginalidad social, etc. Es ser suicida. El rumbo que eligió Kichner en materia económica agropecuaria es el que llevó a miles de productores a la desaparición en la década pasada. La devaluación del peso durante gobierno de Duhalde no significó un cambio estructural en la política agropecuaria. Es cierto que provocó, junto con las alzas de los precios internacionales de los comoditties una mejora en la rentabilidad, sobre todo en las zonas productoras de soja, también es cierto que este aumento de la rentabilidad atrajo a grandes capitales, terratenientes, que con total libertad y sin ningún tipo de restricción comenzó a operar fuerte en el campo, demostrando una vez más que en esas condiciones el grande se come al chico, asistiendo hoy a una verdadera persecución ya no solo de los Bancos, sino también de estos personeros para quedarse con lo nuestro. Desde el Movimiento de Mujeres en Lucha no le estamos exigiendo al gobierno de Kichnner que no intervenga, por el contrario le estamos exigiendo: Que intervenga regulando los arrendamientos, donde de seguir esto así, unos pocos se van quedar con todos los campos y nuestros hijos deberán emigrar. Que intervenga, frenando la extranjerización de tierra. Que intervenga asegurando precio mínimo, sostén y obligatorio para todas las producciones agropecuarias a través de la junta nacional de granos y de carnes. Que intervenga para solucionar el problema de endeudamientos de miles productores agropecuarios con el Banco Nación, con recálculos y refinanciación de deudas. Es de esta forma como debería intervenir el estado no como lo hecho en temas de las carne cerrando las exportaciones produciendo una enorme transferencia de recurso de los pequeños y medianos productores hacia los grandes frigoríficos donde la baja del precio para el productor fue del 35 % y al consumidor fue del 5 % y en algunos caso no existió.

Es por ello que desde Movimiento de Mujeres en Lucha vamos a acompañar a los pequeños y medianos productores en todas las protestas que se exija una intervención del estado para cambiar este rumbo económico y no vamos acompañar aquellos dirigentes ruralistas que soliciten la no intervención del estado, el libre juego de la oferta y la demanda, que son las causales de la desaparición de los pequeños y medianos productores.

Movimientos de Mujeres en Lucha