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Desde Santa Fe

El fiscal federal Walter Rodríguez solicitó al juez Franciso Miño que eleve a juicio oral y público una causa en la que está preso ﷓desde abril﷓, un productor agropecuario de Helvecia, Raúl Fabián Sánchez, acusado por "trata laboral" y "reducir a la servidumbre" al menos a ocho personas oriundas de Bolivia, entre ellos dos menores de edad. Dos de esos pibes fueron traídos a Santa Fe con la falsa promesa de pagarles 1.500 pesos mensuales, pero después tenían que trabajar de sol a sol hasta que lograron escaparse. "Las víctimas eran obligadas a trabajar en condiciones indignas", dijo el fiscal.

La investigación se inició en enero con la denuncia de los dos adolescentes que se escaparon del campo de Sánchez, en setiembre de 2013. El 14 de abril, el fiscal pidió el allanamiento del predio dedicado al cultivo de verduras y hortalizas, donde fueron rescatadas otras siete personas, también de nacionalidad boliviana, dos de ellas menores.

Sánchez quedó detenido y el 8 de mayo, el juez Miño lo procesó por el delito de "trata de personas mayores y menores de edad con fines de explotación y reducción a la servidumbre, agravado por el abuso de situación de vulnerabilidad y la multiplicidad de víctimas".

Ahora, el fiscal Rodríguez pidió que la causa sea elevada a juicio. Y en el dictamen, atribuyó a Sánchez varios cargos: reducir "a la servidumbre a las ocho víctimas", "haber realizado y facilitado el cruce ilegal de cinco de ellas, desde Bolivia hasta Argentina" y "facilitado la permanencia ilegal de las personas esclavizadas con el fin de obtener un beneficio económico".

En la investigación, la víctimas relataron cómo fue su traslado a Santa Fe. "Sánchez me llevó a la Terminal de Yacuiba", dijo una de ellas. "De de ahí, tomamos un colectivo a la ciudad de Tarija y otro, rumbo a Bermejo, en la frontera. Nos hizo pasar cruzando un río, después nos hizo subir a otro ómnibus rumbo a Orán, en la provincia de Salta, donde agarramos otro colectivo hacia Córdoba, y después otro a Santa Fe, y de ahí al pueblo de Helvecia. El fue quien pagó todos los pasajes".

Su compañero, agregó: "Cuando acepté, Sánchez contrató un remís que me llevó hasta Bermejo, nos hizo pasar por la frontera para ese lado, a través de un río. Después, caminamos casi tres horas para esquivar la Aduana y contrató otro auto que nos llevó a la Terminal de Orán. Allí, me pagó el boleto a Rafaela. Al llegar, el hermano de Sánchez, quien se llama Rodrigo, nos llevó a Recreo y nos hizo pasar a su chacra".

"Otros cuatro jóvenes relataron hechos similares y explicaron que Sánchez los acompañó durante todo el viaje en su camioneta", reveló el fiscal. "En el campo, las víctimas fueron obligadas a trabajar en condiciones indignas; sin medidas de higiene y seguridad adecuadas; en un marco de informalidad laboral; sin efectivizar los sueldos y descansos correspondientes; alojados en un galpón del mismo predio en condiciones precarias, y con reiterados malos tratos", agregó el fiscal. La situación quedó al descubierto en el allanamiento del 14 de abril.