El viernes 19, a las 18, en el día del cierre de la semana del aniversario del cine El Cairo (Santa Fe 1120), se presentan la revista online de escritura crítica sobre cine Hacerse la crítica y su primer libro en papel, Hacerse la crítica: Pampa bárbara, que recopila una selección de artículos sobre cine. Luego habrá una charla debate sobre el presente y futuro del cine en la era del multimedia, que abordará temas como el impacto de los formatos de la web sobre el espectador y el lugar del mismo en este panorama, o las posibilidades del transcine, las plataformas transmedia y la webserie. A las 20:30 se proyectará Francia, de Adrián Caetano, con la presencia del director.

Pampa bárbara es el libro que se presenta el 19 y también la sección central del libro, dedicada al cine argentino, donde se repasan entre otros temas la gestión de Liliana Mazzure al frente del INCAA o el documental de Caetano sobre Néstor Kirchner. La primera parte, La navaja de Buñuel, se ocupa de estrenos polémicos y la tercera, La parte de sombra, de filmes históricos o poco vistos.

"Es un libro extenso que reúne lo mejor de la revista y varios textos inéditos, entre ellos artículos de directores como Adrián Caetano", anticipa Emiliano Oviedo. Colaborador de la sección Contratapa de Rosario/12 y realizador cinematográfico, Oviedo es hasta ahora el único colaborador rosarino de la revista. El staff, a excepción de él y del realizador y crítico cordobés Gustavo Gros, está integrado por autores de Buenos Aires. Oviedo destaca en el libro los textos de Fernando Martín Peña, Roberto Pagés, Eduardo Rojas, Paula Vazquez Prieto (Página/12) y Marcos Vieytes, fundador y director de la revista. Esta empezó siendo un blog y ahora es una página que él lleva adelante junto a Vázquez Prieto, Ignacio Izaguirre y Hernán Gómez.

Antes de recomendar www.hacerselacritica.com, cabe advertir que su lectura puede resultar adictiva. Más allá de una blogosfera cada vez más privatizada, caótica e inaccesible, hacía mucho que no se veía en la pantalla (en la del monitor) tanta pasión puesta en una escritura: pasión cinéfila y de las otras (política, etc.). Es evidente que Vieytes y sus colegas aman el cine, que les encanta escribir y que saben de ambas cosas, no tanto por el lado de la erudición historiográfica al viejo estilo sino a la manera de hoy: se mantienen rigurosamente actualizados sobre los estrenos, van a todos los festivales (desde el Bafici hasta el Bazofi) y siguen obras de directores que de otro modo no llegarían a ser conocidos por un público amplio; obras a las que valoran, a contrapelo de la publicidad de los grupos mediáticos y del gusto masivo por el cine comercial.

Su polémica manera de indagar una obra cinematográfica no pasa tanto por analizar sus modos narrativos y cotejarlos con un ideal amasado por la industria, sino por preguntar qué aporta ese film a cómo nos vemos. Es una crítica estética pero también política, donde los autores expresan sus ideas desde la singularidad de una primera persona y en una hibridación de formas, todo lo cual resulta muy acorde con las tendencias ensayísticas actuales. En cada nota se hacen porosas las fronteras entre la reseña, la crónica, la viñeta autobiográfica y el texto de barricada cuando sienten que es preciso. Hasta la prosa poética puede ser un medio para escribir sobre cine, como sucede en algunas reseñas impresionistas de Nuria Vázquez.

Este amor por la biodiversidad del cine y esta ética del observador incluido en el campo de observación se traducen en un modo coral y dialogado de expresar los puntos de vista. Siguiendo una tradición iniciada por la revista El amante cine y continuada en Buenos Aires por la desaparecida revista Otrocampo y en Rosario por una efímera revista local llamada El eclipse, a veces Hacerse la crítica publica dos (o incluso más) reseñas sobre un mismo film. Es como si sobre cada estreno importante hubiera varias cámaras; la edición queda a cargo del lector. Nunca está dicha la última palabra y esto motiva a los lectores (o refuerza a los ya motivados) a comentar al infinito: ¿la crítica cinematográfica como obra abierta? Y por si fuera poco, el coro de voces no borra las huellas de sus borradores.

Sobre el estreno más reciente de Damián Szifron, se publicó primero un intercambio de opiniones que al parecer (por su estilo) fue copiado del propio chat privado por sus mismos autores (una idea que la crítica podría aplicar más seguido). Pregunta Gros: "¿Viste Relatos salvajes?" Responde Vieytes: "La vi ayer, me aburrí". Gros: "Yo la vi ayer también y me sacó de quicio". Sigue en ese tono. Gros pone citas de la charla en su reseña, titulada: "Una película de mierda". Que empieza con esta escena: Szifron a la mesa de Mirtha Legrand. Y que continúa con una fogosa diatriba contra el cinismo y la impostura.

Ya desde el título, Gros patea el tablero de los buenos modales del crítico (a saber: si vas a escandir 'coproducción' entre 'copro' y 'ducción', a lo sumo hazlo en voz baja, pero no en la nota publicada). Como gesto implícito, plantea así una declaración de independencia respecto del poder de la industria cinematográfica sobre lo que se diga de sus producciones. En varios de los más de 250 comentarios que recibió la reseña, los criticones "analizan" al crítico, equiparándolo con los personajes del film y linkeando repetidamente un corto de él. El se la banca y a algunos les responde. Con raro espíritu docente, un comentador arrima una referencia a los antecedentes del film: las antologías de cortos de humor negro italianas de la saga I mostri.

Acerca del mismo film, la revista publica además dos textos de Marcos Rodríguez, uno de Gabriela López Zubiría, un relato de la conferencia de prensa por Luciano Alonso y finalmente "Una crítica moderada para unos relatos moderados", por Ignacio Izaguirre, quien pone la película en perspectiva dentro de la obra del director y la resume en esta fórmula: "dos chistes, tres anécdotas y dos cortos".

También a veces una superproducción es analizada con hondura y prosa exquisitas, como en la reseña que hace Oviedo de Her. En general los filmes, especialmente los argentinos, son leídos con guiños hacia su contexto cultural. En la reseña favorable que hace Esteban Valesi sobre la adaptación a largometraje animado del libro de Julio Cortázar Historias de cronopios y de famas, el autor relativiza la literatura de Cortázar, ese "escritor belga". Además de los mencionados, otros redactores y colaboradores de la revista son Pablo Ventura, Roberto Pagés, Santiago Martínez Cartier, Paola Menéndez, José Campusano, Gabriel Orqueda, Eduardo Rojas, Andrés del Pino, Lucas Carrizo, Romina Quevedo, Josefina García Pullés y Cristian Sema (alias Raro VHS).