Para el precandidato a gobernador del Frente Renovador Oscar Martínez, la ciudadanía rosarina sufre una "especie de Síndrome de Estocolmo" con el Frente Progresista Cívico y Social. "El enamoramiento de sus captores", ahondó sin pruritos el hombre de Sergio Massa en la provincia. En diálogo con Rosario/12, el diputado nacional recordó sus años de estudio en Rosario, cuando era una ciudad "potente, progresista, que quería parecerse a Barcelona". En cambio, en la actualidad la observa "distinta, casi avergonzada de sí misma".

-Usted llegó al Congreso de la Nación a través del Frente Para la Victoria, ¿cómo se siente hoy dentro del massismo?

-Muy contento de poder expresar el espacio de Sergio Massa y el Frente Renovador y demostrar que en la Argentina y la provincia no todo es blanco y negro, sino que se puede construir un proyecto político con matices, donde se acepte la diversidad y podamos rescatar las cosas que se han hecho bien, corregir las que están mal y abordar los temas que están pendientes...tratando de debatir con el gobierno y las otras fuerzas políticas qué provincia queremos, tratando de demostrar que el Frente Renovador es el espacio que más ha trabajado detrás del objetivo de garantizar una sociedad segura y en paz, de demostrar que tenemos una propuesta integral, que aborda no solamente ser duro con la impunidad y el delito, sino también que tenemos un modelo de prevención que ha sido exitoso en el Tigre y que tenemos también un modelo de prevención que aborda políticas sociales para acercar a nuestros jóvenes al trabajo y la educación. Tratando de interpelar a los ciudadanos de Rosario y del Gran Rosario, de invitarlos que abandonen esta especie de síndrome de Estocolmo que tienen con el Frente Progresista Cívico y Social, el enamoramiento de sus captores.

-Usted se forjó políticamente en el Gran Santa Fe, ¿por qué les resulta tan difícil a los dirigentes que nacieron en la capital provincial instalarse en Rosario?

-Siento que soy un ciudadano de la provincia, soy nacido en un pueblo, Felicia. De alguna manera expresa una parte de la provincia que también tiene que estar puesta en agenda, porque cuando no nos ocupamos de las economías regionales, del sector lácteo, de la caña de azúcar, el algodón, la ganadería, el arroz, lo terminan pagando los grandes conglomerados urbanos, tanto Santa Fe como Rosario, con esa inmigración que troca la cultura del trabajo y el arraigo por la del anonimato, el desarraigo, el abandono, la cultura de la violencia, la droga y el narcotráfico. Tengo las condiciones de una persona que conoce la provincia en su totalidad, la conozco desde Rufino a Florencia y desde Gato Colorado a Villa Constitución todo su territorio.

-¿Qué lo diferencia de Eduardo Buzzi, su competidor en la interna del Frente Renovador?

-Buzzi es un dirigente sindical del sector agropecuario y yo soy parte de una generación que nosotros llamamos "Generación de la democracia", junto con Sergio Massa, que realmente no es la década del 70, porque no vivimos la violencia como instrumento de disputa de la política, ni tampoco somos el PRO, no creemos que un país se convierta con figuras. Creemos que se construye con políticas públicas y decisión política. Yo te diría qué es lo que me acerca a Massa, porque nosotros tenemos antecedentes, trayectoria y resultados probados en gestión. Fui gerente con Graciela Ocaña en el Pami cuando Sergio estuvo en el Ansés. Fuimos parte de ese proceso histórico donde los adultos mayores quedaron incluidos, un proceso histórico irrepetible, donde lo que era una caja se convirtió en una obra social para beneficio de los abuelos. Ahí está la diferencia.

-Reutemann coqueteó con Massa, pero finalmente acordó con Mauricio Macri, ¿fue una traición hacia el Frente Renovador?

-No, yo creo que hay una relación de mucho respeto. Reutemann en un momento determinado le brindó un respaldo a Massa por considerar sus valores. Nosotros tenemos que pensar en una Argentina que construya desde el diálogo, y por tanto agredir al que no está con nosotros es una metodología que debemos desterrar. No sé cuáles fueron las razones, porque Reutemann venía pensando para la unidad del justicialismo, pero bueno...evidentemente ha sido una decisión fuerte, que tiene impacto en la política provincial.

¿Cómo se revierte la situación de violencia social e inseguridad que vive Rosario?

-Con decisión política, el que sea gobernador tiene que poner foco y atención en este tema, tiene que mandar desde el Estado un mensaje muy fuerte y claro, construyendo una sociedad donde haya premios y castigos. No sé si ha visto las estadísticas de implementación de este Código Penal que ha llevado adelante el gobierno socialista, ha habido tres condenas en 150 mil causas. Evidentemente hay que modificar el código de procedimiento, establecer un procedimiento por flagrancia y es necesario que revisemos esto de la puerta giratoria, y hay que poner énfasis en la prevención- concluyó.