Desde Santa Fe

Las negociaciones paritarias entre el gobierno de Miguel Lifschitz y los dirigentes de UPCN y ATE consumieron ayer casi toda la tarde en busca de un acuerdo que aún falta cerrar porque subsisten diferencias que obligaron a otro cuarto intermedio hasta el lunes, a las 9, en la Casa Gris. "Estamos cerca, pero hay que afinar los números", dijo a Rosario/12 uno de los negociadores. El debate se planteó en el seno de una comisión técnica en la que los gremios estatales peleaban tres cuestiones: adelantar ﷓lo máximo posible﷓ el porcentaje del aumento en las categorías iniciales para el mes de marzo, mejorarlo para las más altas y elevar a 1.500 o 1.600 pesos la compensación de 1.400 que ofreció la provincia para febrero. "Vamos bien, en buen camino", había dicho el jueves el ministro de Gobierno Pablo Farías. Uno de sus interlocutores de la contraparte coincidió que "estaban cerca", pero advirtió que aún había que "cerrar el acuerdo" y esto todavía no sucedió. "Esperemos que se cierre el lunes".

Ya se sabe que Lifschiz prometió a los trabajadores estatales un piso de 10.000 pesos para la categoría inicial y un aumento que llegaría al 31,8 por ciento en el mes de julio, que se cobraría en dos cuotas. Más, una compensación de 1.400 pesos para febrero. Los gremios consideran que ese incremento se reduce a un 26 por ciento en las categorías más altas, lo que complica el acuerdo, y consideran que también debe aumentarse 100 o 200 pesos la suma fija que se cobraría por planilla complementaria.

"Estamos peleando para adelantar el porcentaje del aumento en las categorías iniciales al mes de marzo y mejorarlo para las categorías altas", dijo uno de los negociadores consultados por este diario. Entre el 31,8 por ciento que recibiría un empleado público de la categoría 1 y el 26 por ciento que cobraría otro de la categoría 9 "hay una diferencia de casi seis puntos que consideramos excesiva", explicó.

El jueves, Farías consideró que la reunión con los líderes de UPCN, Jorge Molina y de ATE, Jorge Hoffman, había sido "buena" porque "no hubo un rechazo de la propuesta, sino observaciones de algunos puntos". "En términos generales, no hubo una opinión negativa", afirmó el ministro.

Ayer, la comisión técnica se encargó de evaluar la propuesta, realizar simulaciones en base a los aumentos para saber cómo impactaban en cada categoría y conocer cuáles serían los sueldos reales. "Vamos bien, en buen camino, por supuesto, que aún falta todavía acercar a las partes", comentó el ministro.

Y admitió que los gremios pretenden llegar a un aumento del 30 por ciento en las categorías más altas que hoy cobrarían un 26 por ciento, según la propuesta inicial. UPCN y ATE consideran que esa diferencia de "casi 6 puntos" es excesiva. "Allí es donde tenemos diferencias porque en las categorías más altas los incrementos son menores. Vamos a seguir discutiendo. Los gremios pidieron un aumento del 30 por ciento para los sueldos más altos, pero el gobierno consideraba que debía ser menos porque esos salarios habían sido beneficiados con una reducción del impuesto a las ganancias.

El secretario general de UPCN, Jorge Molina ponderó el "avance", pero "estamos esperando que la provincia mejore los porcentajes ofrecidos para poder estar a la altura de la demanda que habíamos planteado". Porque "si bien el gobierno garantiza un piso de 10.000 pesos para la categoría inicial, que implica un aumento del 31,8 por ciento, ese porcentaje va decreciendo a medida que aumentan las categorías". Y eso "no es justo ni adecuado. El planteo sindical es garantizar que todas las categorías tengan un incremento de un 30 por ciento como mínimo", concluyó Molina.