A pesar de que, al menos en los últimos dos años, quedó en evidencia la fragilidad legal a la que están expuestos los espacios culturales de la ciudad, desde el Ejecutivo no se avanzó con firmeza en la regulación de normativas que, por obsoletas e intrincadas, dificultan su desarrollo. Y aún cuando por estos días un proyecto presentado por Ciudad Futura, a partir del trabajo conjunto con el movimiento Espacios culturales unidos de Rosario (Ecur), apunta a subsanar ese vacío legal, el presente sigue ofreciéndose adverso para aquellos que buscan generar nuevos espacios de intercambio y promoción de acontecimientos culturales. Sin embargo, desde su condición de organismo vivo, la cultura sigue encontrando nuevos núcleos de resistencia: por estos días, dos flamantes espacios lanzarán actividades públicas en su búsqueda de constituirse como centros culturales.

Esta noche, en pleno barrio La Florida (en Guayaquil 619, a metros de Boulevard Rondeau al 3300), el espacio Lucerito del Paraná abrirá sus puertas con una varieté que reunirá a nombres de peso: desde las 21, Orestes Ramón Muñante conducirá una velada que incluirá el anuncio de la candidatura 2019 de Germinal Terrakius (el inoxidable personaje creado por Miguel Franchi), más la actuación de Juani Favre. El encuentro significará la primera acción pública de un proyecto gestado por Maxi y Juan Manuel Arana, Manu Baella y Julio Gandini (que suma la colaboración de Gustavo Lizza, Ana Gassa, Osvaldo Scholer, Carlos Masinger, Ale Lauphan y Javier Arana), y que buscará consolidarse en el transcurso de los próximos meses.

"La idea es poder tener una apertura al barrio, dar talleres, clases de teatro, música. Y generar actividades populares donde se presenten actores y músicos, brindarle a la comunidad desde este lugar, siempre desde lo autogestivo --explica Maxi Arana--. La idea es tener listo el espacio a mediados de año. Por ahora vamos a seguir con actividades al aire libre, vamos a aprovechar el calor, para después hacer alguna fiesta en algún espacio alquilado para poder recaudar fondos".

Similar proyección es la de Casa Fractal, emprendimiento conjunto de María Fernanda Weber, Leandro Calonge y Gabriel Cejas, que este lunes abrirán sus talleres como una primer instancia dentro de un proceso de crecimiento paulatino. "La idea de la Casa en sí es crear un espacio donde lo más importante sea un amplio equipo de talleristas, de distintas variantes. Con la intención de empezar a tener un pensamiento más cooperativo, tener un espacio construido entre todos. Se convocó a talleristas con esta premisa, no es un espacio de alquiler, sino que abrimos las puertas para que se pueda construir entre todos", remarca Cejas en relación a los primeros pasos del espacio ubicado en España 1858, en Barrio Abasto, y que propondrá clases de Canto Popular, Encuadernación, Teatro Espontáneo, Yoga Integral, Composición, Manga﷓Comic﷓Dibujo Fantástico, Pintura y Danza Urbana﷓Hip Hop, entre otros.

"Buscamos que Casa Fractal sea un lugar de encuentro, de difusión de la cultura rosarina, de resistencia. Con la intención que se incluya a todos los vecinos del barrio --distingue Cejas--. Muy cerca tenemos al Centro Cultural El Espiral (Ituzaingo 1719) con quienes estamos trabajando en conjunto para armar un circuito, con agendas en común, incluyendo espacios que no sean solamente artísticos sino también espacios emblemáticos del barrio, que tiene mucha historia".

Aunque distanciados geográficamente, Casa Fractal y Lucerito del Paraná encuentran puntos de coincidencia en un aspecto central: apostar a la gestión cultural independiente en un marco político y legislativo desfavorable. "Grupalmente planteamos esto como una necesidad y una urgencia. Es necesario y urgente tener esta actitud porque el contexto, con tantas cosas que se cierran, nos dice lo contrario", reflexiona en ese sentido Maxi Arana, integrante de un proyecto que además buscará hacer punta de lanza en la zona norte de la ciudad. "Pensamos desarrollar este espacio para que esté disponible y, a la vez, contagiar a que haya apertura de otros espacios en la zona, algo que es bastante urgente", remarca.

Para Cejas, en tanto, la apuesta se da en simultáneo con algunas acciones auspiciosas: el pasado jueves, militantes de Ciudad Futura y miembros del Ecur asistieron a la apertura de sesiones en el Concejo para respaldar la presentación del proyecto que propone la creación de una figura, los Clubes sociales y culturales. "Lo que planteamos como espacios culturales es que si la ley no sale estamos en peligro de cerrar, porque no hay posibilidad de sostener espacios como los nuestros", advierte Cejas.

Por su parte, Ignacio Gorriz, conductor del CC El Espiral y miembro del Ecur, reconoce un giro en las negociaciones, aunque advierte: "Cuando planteamos nuestra situación en una reunión que mantuvimos con la comisión de Cultura del Concejo nos encontramos con que su apoyo es prácticamente unánime. Están de acuerdo con que esto tiene que salir. Lo que hicimos el jueves en el Concejo fue visibilizar la urgencia que tiene el tratamiento de este proyecto. La mayoría de los espacios (que somos contenedores, difundimos y programamos cultura, y que abarcamos a más de la mitad de los artistas que trabajan en Rosario) estamos pendiendo de un hilo porque este proyecto no se trata. Teniendo en cuenta que tenemos el aval de la comisión de Cultura, la idea es que en la comisión de Gobierno también tengamos consenso para que avance la normativa".