El gobernador Miguel Lifschitz reunió ayer a 18 de los 22 legisladores nacionales por Santa Fe con el propósito declamado de coordinar una estrategia común frente a la escalada de violencia urbana, sobretodo en Rosario y su conglomerado, consensuando un paquete de proyectos de ley a impulsar desde los distintos bloques, y para intentar compartir el lugar más incómodo del escenario político provincial en estos días. Por el momento, lo consiguió y tuvo la foto grupal, escena previa para retornar a su cita con Patricia Bullrich tratando de llevar una imagen de mayor fortaleza política y definir su reclamo de medidas federales para mejorar la seguridad pública en Santa Fe.

El titular del Ejecutivo explicó el llamado a los diputados y senadores nacionales en la necesidad de "resolver de manera definitiva la presencia de fuerzas federales en la provincia, y de generar la infraestructura que está demandando la Justicia Federal en la provincia, más juzgados, más cargos, más jueces y fiscales, porque la dimensión del sistema hace más de treinta años que es el mismo y el narcotráfico transformó totalmente la realidad desde entonces".

Puertos de entrada

Lifschitz insistió en que las fuerzas federales "no sirven si vienen unos meses y después se van: necesitamos que se afinquen en el territorio y coordinen estrategias con la Policía de Santa Fe y la Justicia provincial y federal". Asimismo, indicó un punto ciego del control estatal, donde nunca trascienden decomisos de ninguna mercancía de contrabando, mucho menos de estupefacientes: la costa del río y los puertos públicos y privados del Paraná. "El control de los puertos debería ser estratégico, y de las rutas nacionales, porque tenemos que ponerle freno a la droga que entra en la provincia, porque es mucho más difícil atacar la distribución en los barrios y por eso necesitamos frenarla en los puntos de ingreso", observó el gobernador.

El socialista deslizó su contrariedad por la crítica que partió la semana pasada desde el gobierno nacional, luego de su audiencia con la ministra de Seguridad. "Nadie en Argentina puede exhibir políticas exitosas en materia de seguridad. Si pensamos que los problemas los tiene el otro, no es buen camino", reprochó.

En el haber, Lifschitz valoró la asistencia casi perfecta -faltaron sólo cuatro legisladores, entre ellos, el senador Omar Perotti (PJ)- de los representantes parlamentarios de la provincia, y admitió que la sociedad "reclama acciones a la dirigencia, que tiene la obligación de mostrar resultados". Por eso, destacó que la reunión fue "con lápiz y papel para ver proyectos concretos que tienen estado parlamentario y que necesitamos resolver cuanto antes".

Más juzgados

Un punto común en el que abrevan proyectos de distintos bloques es el de la creación de más juzgados federales. Los legisladores quedaron en consensuar y centralizar iniciativas similares para facilitar el tránsito parlamentario y conseguir los acuerdos necesarios para convertirlos en leyes, según explicó la diputada Josefina González (FpV) a Rosario/12. "Hay diferencias en lo metodológico y en lo ideológico, pero también está el compromiso de todos de trabajar juntos porque la necesidad apremia. El momento es complicado con el programa económico imperante, así que urge trabajar en las soluciones, no sólo en cuanto a medidas represivas, sino también preventivas, como mayor inclusión social", analizó. Por caso, los santafesinos del bloque kirchnerista en el Congreso presentaron proyectos para crear dos juzgados federales más en Rosario (sólo hay 2 en lo penal y 2 en lo civil y comercial), uno en San Lorenzo, uno más en Santa Fe y otro en Rafaela, además de la creación de otra jurisdicción de Cámara Penal Federal en la capital provincial y aliviar así la carga de la segunda instancia en Rosario.

En el caso de los diputados massistas, existe un paso previo a la creación de juzgados, la de "secretarías específicas de lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado", apuntó Alejandro Grandinetti. "Hay que dotar a la Justicia de herramientas, no sólo presupuesto, sino también cargos", coincidió. Y plantearon a los senadores presentes Carlos Reutemann y María de los Angeles Sacnun que fogoneen en la Cámara Alta el tratamiento de la ley del arrepentido y la extinción de dominio para narcotraficantes. Grandinetti consideró que debe mejorarse aspectos del Sistema Procesal Penal; en cuanto a reincidencias, y restringir los juicios abreviados a determinados delitos.

El diputado del Frente Renovador coincidió con el radical Mario Barletta en ajustarle las tuercas a los magistrados. Ambos plantearon que "si bien es cierto que faltan juzgados, muchas veces la Justicia actúa lenta por falta de recursos y porque no tiene control. Falta un mecanismo que permita sancionar a los jueces que tienen causas dormidas por años".

Los cinco diputados del PRO acudieron al convite. "Nos comprometemos a trabajar en la creación de nuevos juzgados y fiscalías federales en la provincia", dijo Lucas Incicco, sorprendido de "la cantidad de actos delictivos que quedan en la nada". Pero a la vez, también hubo pase de facturas hacia el gobierno del Frente Progresista. Lo dijo Gisela Scaglia: "Lifschitz hace ocho meses que se comprometió a trabajar con los diputados nacionales en materia de seguridad y nunca lo llevó adelante. Hoy la marcha 'Rosario Sangra' le genera una alarma y nos convoca".