Desde Santa Fe.

La captura de ocho represores del D2 "esa verdadera organización criminal" como llamó el Ministerio Público al servicio de inteligencia de la Policía santafesina derivó en un festival de arrestos domiciliarios. Sólo dos de los detenidos por secuestros y torturas duermen en la cárcel de Las Flores porque cinco de ellos ya superaron los 70 años, así que el juez federal Reinaldo Rodríguez les habilitó de oficio la vuelta a casa. Y al sexto, el comisario Eduardo Enrique Riuli, de 66 años, a quien una de sus víctimas que era un niño de 14 años considera "una figurita de Laguna Paiva, que conduce programas de radio y TV", también le concedió el beneficio por supuestas razones de salud y se tomó siete días para comunicar su resolución al Ministerio Público. El fiscal Martín Suárez Faisal apeló ante la Cámara Federal de Rosario la "prisión domiciliaria" de Riuli y protestó porque el magistrado resolvió el incidente y recién lo notificó "una semana después" sin explicarle "las razones del incumplimiento" de normas procesales.

La "demora" del juez en "notificar" el regreso de Riuli a su casa "impidió" a la Fiscalía "ejercer el derecho de recurrir" la medida, se quejó Suárez Faisal. Y argumentó que "el caso reviste una gran trascendencia social, no sólo por tratarse de graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de estado, sino también porque la mayoría de los protagonistas se domicilian en la ciudad de Laguna Paiva".

"Considero respetuosamente le dijo el fiscal al juez que en este tipo de casos que resultan tan delicados y sensibles para la sociedad para la que trabajamos, en especial para las víctimas, deben extremarse los esfuerzos para cumplir del modo más eficiente posible los recaudos que aseguren la regularidad del proceso".

Riuli es uno de los ocho detenidos y procesados en una causa que investiga la caída del último responsable político del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en Santa Fe, Catalino Paez, el secuestro y torturas de su esposa y de uno de sus hijos y de ocho compañeros de militancia, en 1980. Mario Paez, que entonces tenía 14 años, fue quien identificó a Riuli entre los secuestradores de él y de sus padres. "Queremos que este señor Riuli quede preso, él es una figurita en Laguna Paiva, tiene programas de radio y televisión, saca fotos, es un señor", pidió.

El fiscal Suárez Faisal dijo que el juez Rodríguez concedió la prisión domiciliaria a Riuli "haciendo un análisis extensivo de las conclusiones de la perito médica oficial, que no se condice con lo que ella expresó en su informe".

El primer dictamen de la médica es del 1º de setiembre y el segundo del 14 de setiembre y "en ambos se evidencia que Riuli puede continuar en su lugar de detención" que era la cárcel de Las Flores, "siempre que se cumplan con ciertos recaudos para la adecuada atención de sus patologías. En ningún momento, la profesional aseveró que el imputado no se encuentra en condiciones de permanecer en un establecimiento penitenciario, como lo indicó el magistrado en la resolución apelada", planteó el fiscal.

Suárez Faisal criticó al juez porque "tampoco tuvo en cuenta" el dictamen de la Fiscalía que rechazó la prisión domiciliaria de Riuli y "en el que ya se valoraron y analizaron los referidos exámenes. Por el contrario, el magistrado hizo mérito del requisito etario, cuando en realidad no corresponde en el caso" porque el comisario tiene 66 años.

Según el fiscal, la decisión del juez Rodríguez que concedió la prisión domiciliaria es infundada. No se condice con "el contenido de los informes médicos que se elaboraron en forma previa" y "carece de la motivación" que exige el Código Procesal, por lo que debe ser anulada por la Cámara Federal de Rosario y disponer que Riuli cumpla la prisión preventiva" en Las Flores.

Riuli fue detenido el 16 de agosto. Diez días después, el juez Rodríguez lo procesó por supuesto "privación ilegal de la libertad y tormentos agravados" a los tres Páez: a Catalino, a su esposa y a su hijo Mario. Y al mes, el 16 de setiembre, le concedió la domiciliaria, que ahora deberá revisar la Cámara.