Las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) custodian desde ayer a Héctor Darío Bustos, el militante de Venado Tuerto que denunció haber sido secuestrado y que apareciera después de 13 días con signos de una brutal tortura, que incluyó una cruz svástica tatuada a fuego en su pecho. El jefe de la policía de Santa Fe, Jorge Pallavidini, reveló a este diario que "la custodia consta de dos efectivos y una patrulla", y fue decidida por el juez de instrucción Hugo Perassi que investiga la causa caratulada como "torturas".

El magistrado había pedido ayer un examen psicológico para Bustos, para conocer si estaba en condiciones de declarar, pero el militante se habría negado por lo que el juez decidió citarlo a declarar en los próximos días. El juez prefirió dejar pasar unos días para que el dirigente pudiera salir del shock que le provocó el presunto secuestro y las agresiones que sufrió, entre ellas quemaduras en los brazos y testículos, golpes y una cruz svástica grabada a fuego en el pecho.

Los médicos del hospital Alejandro Gutiérrez le dieron ayer el alta a Bustos, quien pasado el mediodía dejó el centro asistencial para trasladarse a su casa, custodiada por las TOE.

El giro en la causa judicial que sigue Perassi, cuya carátula era en un primer momento "averiguación de paradero", avala los informes realizados por los forenses que indican que las hematomas y lesiones en la espalda y en la parte trasera de sus muslos no se las podría haber realizado el propio Bustos, como sugerían en un principio algunos investigadores del caso.

Otro dato importante en el marco de la causa, es la declaración que prestó ante el magistrado el remisero que dijo haber encontrado a Bustos en la madrugada en la ruta provincial 94. De acuerdo a las fuentes, el chofer es empleado municipal (agente de tránsito), y trabaja bajo las órdenes de la secretaría de Gobierno municipal, conducida por Juan Vidal.

Hace poco más de un mes, Bustos denunció a Vidal ante la Secretaría de Derechos Humanos provincial y ante la Fiscalía de Venado Tuerto por supuestas amenazas en su contra. Incluso, Bustos dijo que este funcionario tuvo una estrecha la relación durante la dictadura militar, cuando era intendente de Villa Cañás, con un grupo de tareas que operaba en Santa Isabel.

Por su parte Nélida Caseri, madre de Bustos, se presentó en una delegación de la Policía Federal para realizar una denuncia por el "secuestro" de su hijo. Este nuevo paso se dio por recomendación del Ministerio del Interior de la Nación. La idea es iniciar una causa paralela por el supuesto secuestro.