Mientras a nivel nacional empresarios y gremios ya comenzaron a cruzarse en torno a los montos de los aumentos salariales a otorgarse este año, desde la Federación Industrial de Santa Fe, reconocieron la necesidad de revisar la estructura remunerativa de los trabajadores, aunque pidieron "racionalidad" a los sindicatos. "El criterio que vamos a sugerir es incrementar los sueldos dos o tres puntos porcentuales por encima de la inflación anual oficial", planteó Carlos Garrera, titular de Fisfe. Para el empresario metalúrgico la discusión debe darse "siguiendo ciertos parámetros objetivos. Si no hay piso ni techo se hará difícil".

El presidente de la Federación de industriales santafesinos remarcó además que a su entender "habrá que analizar caso por caso, rubro por rubro al momento de determinar la magnitud de los aumentos salariales. Hay que tener en cuenta la rentabilidad y la competividad del sector antes de tomar una decisión general que pueda causar distorsiones".

Según Garrera los asalariados perdieron mucho terreno en los últimos 30 años. "Ese terreno perdido no se puede recuperar de la noche a la mañana, hay que hacerlo gradualmente, evitando cambios bruscos". En ese sentido el referente empresarial hizo un llamado a los sindicatos santafesinos para que al momento de sentarse a negociar en las paritarias, lo hagan "siguiendo criterios racionales, en base a parámetros objetivos".

En diálogo con Radio Dos, Garrera sugirió un criterio. "Para nosotros los aumentos deben estar dos o tres puntos porcentuales por encima de la inflación anual oficial. De lo contrario, si el aumento está muy por encima de esa cifra terminará siendo potencialmente inflacionario".

-Muchos gremios van a plantear que la inflación del 2006 (9,8 por ciento) que difundió el gobierno está alejada de la realidad- le plantearon.

-Bueno, pero tenemos que manejarnos en base a parámetros objetivos, sino no habrá piso ni techo y será muy difícil ponerse de acuerdo.

Al respecto, en declaraciones radiales el diputado nacional y asesor legal de la CGT, Héctor Recalde había dejado en claro minutos antes que la central obrera "no intervendrá de manera directa en las discusiones. A lo sumo acompañará reclamos, fijará criterios pero después la negociación se dará entre las partes involucradas".

De inmediato Recalde aclaró que "si bien los salarios tuvieron cierta recomposición en los últimos dos años, desde la devaluación a la fecha los sueldos están todavía siete puntos por debajo de la inflación acumulada. al mismo tiempo se licuaron muchos pasivos por la pesificación y se incremento notablemente la rentabilidad de algunos sectores".

Desde la Fisfe, Garrera advirtió además sobre el impacto que tendrá en los sectores industriales el aumento del gas a grandes consumidores (de entre un 30 y 100 por ciento) autorizado por el Gobierno. "Es otro dato a tener en cuenta. Todavía no sabemos el grado de incidencia que tendrá en la estructura de costos pero habrá que analizarlo detalladamente para evitar trasladarlo a los consumidores", señaló el dirigente industrial.