El hijo de un militar asesinado en 1975 por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en Rosario pretende que el crimen sea declarado "delito de lesa humanidad". Alberto Larrabure, hijo del coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado en 1974 durante el asalto a la fábrica militar de Villa María (Córdoba) reclamó al juez federal subrogante Nº 4 de Rosario, Germán Sutter Schneider, que declare el hecho "crimen de lesa humanidad", reabra la causa y juzgue a los responsables de la muerte de su padre, con la asistencia del letrado Javier Vigo Leguizamón, de la ciudad de Santa Fe. El magistrado rosarino ya consultó en marzo pasado al fiscal Francisco Sosa, quien negó la reapertura de la causa alegando que la acción penal se encontraba prescripta, por tratarse de un delito común insusceptible de ser encuadrado en el concepto de crimen de lesa humanidad porque no intervinieron agentes estatales, en coincidencia con la doctrina de la Corte Suprema de Justicia. Ahora se espera que el fiscal general de la Cámara Federal de Rosario, Claudio Palacín, dictamine en la misma sintonía.

Fuentes judiciales informaron que el funcionario del Ministerio Público tiene desde ayer en sus manos el expediente sobre el crimen del coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) el 11 de agosto de l974 durante el asalto a la fábrica militar de Villa María, Córdoba.

El ERP sacó del cuartel a Larrabure, de 42 años, y lo encerró en lo que denominaba "cárcel del pueblo" ﷓construida en el sótano de una casa de Rosario ubicada en Pasaje Bariloche y Garay en el barrio San Francisquito﷓ durante poco más de un año, exactamente 372 días. Su cadáver apareció el 23 de agosto de 1975, con signos evidentes de estrangulamiento y golpes, según su hijo Arturo Larrabure.

La causa estaba archivada desde 1975, cuando se ordenó la captura de Aurora Brunet de González. El hijo del militar en febrero último se presentó en el juzgado federal Nº 4, a cargo del juez subrogante Germán Sutter Schneider, que lleva todas las causas por violaciones a los Derechos Humanos en el II Cuerpo de Ejército en la dictadura.

"Pido a Vuestra Señoría que por un momento se sitúe en mi piel, padeciendo conmigo. Que piense que ese hombre torturado, flagelado, ahorcado vilmente, que ve en las fotos, es su padre. Pregúntese qué sentiría si al tener finalmente la causa en sus manos, hubiera comprobado que tan sólo tenía un cuerpo, sin interrogatorios, sin procesamientos, sin condenas", planteó Larrabure.

Entonces el juez le dio vista al fiscal Francisco Sosa, quien se negó la reapertura de la causa alegando que la acción penal se encontraba prescripta, por tratarse de un delito común insusceptible de ser encuadrado en el concepto de crimen de lesa humanidad porque no intervinieron agentes estatales, en coincidencia con la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.