Intervención no es sinónimo de administración. Ni siquiera de conducción. Central puede dar fe de ello, que a casi dos meses de ser abordado por un triunvirato de profesionales designados por la Justicia se encuentra parado en la misma cornisa financiera que jaqueó su salud institucional, mientras que en la faz deportiva la inacción tiene al equipo con un sólo triunfo en 14 partidos. Pero no es aspiración tomar medidas al respecto. Porque los conductores eventuales le pidieron la continuidad a Carlos Ischia como entrenador del primer equipo hasta las elecciones, petición que, en primera instancia, fue rechazada por el técnico. Hoy Ischia estará en la ciudad para definir su situación. De ratificar la renuncia, como se prevé, se recurrirá a la salida doméstica más próxima: Luis Soler, sucesor de José Aurelio Pascuttini en la coordinación de las divisiones inferiores. Con menos chances, por el hecho de que ya no es empleado del club, aparece Hugo Galloni, quien oportunamente fuera despedido de la entidad por no responder fielmente a las sugerencias de los barras en cuanto a los modos de conducción de la reserva auriazul.

El paso de Ischia por Arroyito tiene fecha de vencimiento. El propio entrenador hizo saber su predisposición a concluir su labor con lo hecho por el equipo el sábado ante Vélez. Pero los interventores, incapaces de tomar el timón deportivo de la entidad e irresolutos en los menesteres legales, prefieren echar la problemática futbolística a la agrupación que se imponga en las elecciones del venidero 11 de noviembre. Y para eso restan por jugarse aún dos partidos (Arsenal de visitante, Lanús de local), que para la coyuntura estadística del equipo son de vital trascendencia para su futuro.

Este mediodía Ischia ratificará su renuncia al cargo. Desde entonces los interventores tendrán que elegir a un profesional interino, que deberá conducir al equipo por dos fechas, o bien completar el campeonato si el futuro presidente así lo dispone.

El primer indicio periodístico daba cuenta de que Galloni podía retornar para volver a ser el entrenador interino. Pero su nuevo desembarco en Arroyito ameritaría darle un cuadro legal (firma de algún tipo de vínculo) que los interventores prefieren evitar. Es así como todos los caminos conducen a Luis Soler, quien este año llegó a Central para reemplazar al renunciante José Pascuttini en la coordinación de las divisiones inferiores.

Soler es empleado del club por lo cual tiene escaso margen para desestimar la propuesta de los interventores. De caerse su opción, cosa improbable, los conductores nombrados por la Justicia citarán a todas las agrupaciones que animarán la próxima pugna electoral para consensuar un nombre.

Hoy será un día definiciones. El plantel, entre tanto, retomará los entrenamientos en horario vespertino. Como el próximo fin de semana no habrá actividad oficial por el comicio presidencial que se llevará a cabo en el país, Soler, o quien se haga cargo de equipo, tendrá 14 días para pensar en cómo ganarle a Arsenal, objetivo que se deberá abordarse con las ausencias por suspensión de Martín Arzuaga y Cristian González, a quien como mínimo le darán dos fechas de suspensión por sus gestos obscenos para con uno de los jueces de línea el pasado sábado.