3 Independiente: Assmann; Moreira, Matheu, Rodríguez, Mareque; Pusineri, Ledesma, Grisales, Fredes; Montenegro y Denis. Director técncio, Miguel Santoro.

0 Ñuls: Villar; Ré, Schiavi, Fideleff, Quiroga; Cabrera, Pablo Pérez, Scotti, Formica; Salcedo y Ferreira.

Goles: PT 31' y 36' Denis (I); 45' Guillermo Rodriguez (I);

Cambios: PT 17' Caracoche por Moreira (I); ST inicio Aguilar por Pablo Pérez (N) y Da Silva por Formica (N); 28' Sperdutti pot Quiroga (N); 35' Herrón por Ledesma (I); 41' Sosa por Denis (I).

Arbitro: Javier Collado.

Cancha: Racing.

Fue una ráfaga que duró cinco minutos. La mejor versión de Germán Denis resurgió de las cenizas que dejó el anterior Apertura para darle un duro golpe de nocaut al equipo de Caruso Lombardi. Ñuls repitió la fórmula del centro y guardó en su archivo cualquier intento por generar peligro jugando por abajo. Un par de incursiones de Schiavi en el área rival y las endebles respuestas de Assman dejaron abierta la puerta para que consiguiera un gol bajo la luna de Avellaneda.

La intensidad del primer cuarto de hora fue el prólogo de un primer tiempo intenso. Emotivo. Vibrante. Con acciones frente a los arcos que hacían levantar a los plateístas. De movida, lo tuvo Schiavi pero su remate de cabeza hizo temblar el travesaño y el posterior rebote sobró a Salcedo cuando el paraguayo tenía todo el arco a disposición.

El ritmo era frenético, con una propuesta generosa por parte de los dos equipos. Ñuls intentó copar la mitad de cancha y evitar que la pelota llegará con claridad a los pies de Montenegro. Lo consiguió por momentos por la presión que los volantes ejercieron sobre Pusineri y Grisales, los generadores del circuito que debía concluir en Denis. Pero el Tanque encontró espacios y dejó sin vida a un equipo que sólo mostraba signos vitales.

Con la mejor receta del 2008, Ñuls creaba situaciones para que el marcador estuviera de su lado. En cada pelota aérea, afloraron grietas en la defensa roja, pero por falta de justeza en el remate final la pelota nunca traspaso la línea que defendía el inseguro Assmann. Tras una salida dubitativa del juvenil arquero, Fideleff la tiró por arriba y ante un cabezazo frontal de Schiavi las manos del uno volvieron a fallar, aunque ningún rojinegro pudo capitalizar la acción.

Desarticulado Cabrera, Ñuls careció de ese ida y vuelta característico que el ex Racing entrega en cada presentación. Arriba, Salcedo lució incomodo con la compañía de Ferreyra. La falta de un compañero que lo habilite desde las bandas actuó en desmedro de sus cualidades de goleador. Y Ñuls lo pagó en el área de enfrente, donde el paraguayo suele hacerse fuerte.

Una de las pocas veces que Montenegro escapó de sus perseguidores, Independiente hirió a Ñuls. Fideleff la rechazó hacía la medialuna, Ledesma le dió como venía y tras una rara trayectoria, Villar intentó despejar como en el voley y solo logró dejarle en bandeja el primer grito a Denis. Lejos de permitir la reacción de su rival, el delantero burló el adelantamiento de la última línea rojinegra y con un toque suave volvió a derrotar al golero guaraní.

Pepé Santoro se dio el gran gusto de despedirse ante su gente y disfrutar a pleno el segundo tiempo. Un minuto antes de concluir la primera parte, Guillermo Rodríguez tomó impulso, saltó mucho más alto que el resto que estaba apiñado dentro del área y cerró el resultado en la primera mitad. En el otro banco, Caruso Lombardi pensaba en una recomposición que nunca llegó.

La diferencias en el resultado tornaron aburrido el complemento. Ñuls dispusó de la pelota pero nunca supo utilizarla. Sin respuestas ante la adversidad, los ingresos de Aguilar y Da Silva no alcanzaron para retocar la imagen del equipo.