Lo reconoció el propio ministro de Obras Públicas de la provincia, Antonio Ciancio, tras una recorrida por la zona del arroyo Ludueña. Desde las inundaciones que afectaron a Rosario y toda la región a fines de marzo del año pasado, el gobierno provincial junto a la Municipalidad encararon las obras hidraúlicas adeudas para que, ante una posible nueva lluvia intensa, no tener que padecer los mismos problemas que se vivieron con gravedad sobre todo en la zona noroeste de la ciudad.

Los plazos de la mega obra, prometieron entonces, era de dos años. Sin embargo, transcurridos ya más de 13 meses sólo se avanzó entre un 25 y un 30 por ciento del total de los trabajos, dijo Ciancio. Luego de recorrer las obras de saneamiento del arroyo Ludueña, el ministro aseguró que "se avanza a buen ritmo" con una "obra de embocadura para que el agua fluya con mayor fluidez hacia otras zonas". Y agregó: "Esta obra va a ser muy importante y se inicia en los próximos días".

Sin embargo, la asamblea que reúne a representantes de distintos barrios afectados por la inundación (Nuevo Alberdi, Cristalería, Municipal y Empalme Graneros, entre otros) ya advirtió su preocupación por la demora en la concreción de mejoras.

Demora que se fundamenta ahora en las declaraciones de Ciancio, que aseguró que el plazo de finalización es de unos 18 meses ya que "estamos ante una obra extensa que llega hasta Presidente Perón, tiene una embergadura muy grande y es llevada a cabo por varias empresas".

El domingo pasado en Rosario/12 el histórico dirigente de NUMAIN (Nunca Más Inundaciones), Leonildo Foresto aseguraba que "si viene una lluvia grande nos vamos a inundar en Empalme y Hostal del Sol. Que no venga nadie a decirme que no avisamos, porque por acá no sale la cantidad de agua que debe, y lo peor es que ya ni siquiera es agua, es mierda pura". Algo que pasará de no concretarse una serie de obras como la construcción de canales desviadores del curso del canal Ibarlucea, la limpieza del entubado del Ludueña, y el despeje del lecho de la desembocadura a la altura del Parque Alem. Pero paralelamente Foresto, advirtió acerca de la calidad de los líquidos que se vuelcan en el Paraná a una distancia "preocupante" de una toma de agua que tiene Aguas Santafesinas.