Después de mucho tiempo, Eduardo López apareció en un programa de televisión local. El mandamás leproso confirmó en "Zapping Sport", el envío que conducen los domingos Luis Hernán Ricossa y Pablo Gavira por Canal 3, que buscará la reelección cuando se realicen las elecciones el próximo domingo en Ñuls. Durante la entrevista, López jugó el papel de víctima para cargar duramente contra la Fiscalía de Estado, acusando a Pablo Clement de "funcionario corrupto". También embistió contra al candidato de la oposición, Guillermo Lorente, "nunca lo vi en la cancha, él jugaba waterpolo", dijo López; que además acusó a Jorge Griffa de "haberle robado" jugadores de las inferiores. El presidente rojinegro afirmó que en el club "no hay barra bravas" y que los últimos episodios de violencia vinculados a la política del club, fueron protagonizados por "hinchas de la oposición". López también aprovechó el espacio para hacer campaña. Prometió la construcción de un nuevo estadio, en caso que no autoricen la realización de dos nuevas tribunas en el Coloso del Parque.

Con su habitual tono pausado, el presidente rojinegro hizo todo lo posible por transmitir un mensaje que reivindique su gestión. Dijo que hablará con el técnico Fernando Gamboa para empezar a gestionar la inclusión de cuatro refuerzos, con el objetivo de conseguir la clasificación a la Copa Libertadores, torneo que desvive a López, y que según su singular percepción "es más fácil de obtener que uno local".

López calificó a Pablo Clement, titular de Inspección General de Personas Jurídicas (IGPJ) como "un funcionario corrupto", por permitir que la oposición pueda presentarse a las elecciones, a pesar de no reunir las condiciones para hacerlo.

El mandamás leproso descalificó a Guillermo Llorente. "No sé quién es. Lo único que sé es que nunca lo vi a la cancha, él jugaba al waterpolo"; dijo López, para agregar que la oposición busca hacer "negocios privados con Ñuls". En este sentido, el presidente rojinegro apuntó contra Jorge Bernardo Griffa y Eduardo Bermúdez. "Vienen por el botín, por los jugadores de las inferiores"; afirmó López, quien acusó a Griffa de haber "robado jugadores de todos lados, me robó a Burdisso, Nery Cardozo, se cansó de robarme jugadores para Boca".

También negó que en el club haya barra brava, y que existan hechos de violencia. López afirmó que los hinchas opositores, que se hacen custodiar para llegar a la cancha, hacen "un circo que perjudica el nombre de la instituciones", y denunció que ellos fueron "los que incendiaron la Fiscalía de Estado, la Inspecciones General de Personas Jurídicas y la casa de (Rubén) Yacopino, me rompieron el negocio a mí, le pegaron el gobernador; ahí está la violencia".

Cuando le preguntaron sobre la situación financiera del club, y cómo lo encontrará la oposición en caso de triunfar en las elecciones del domingo, López dijo que encontrarán "un club ordenado". De todas maneras, prefirió hablar sobre las prioridades de un eventual nuevo período al frente de la institución: reformar el estadio, agregando dos nuevas tribunas, o construir uno nuevo en el predio de 14 hectáreas, del que no quiso precisar su ubicación.

López expresó que en Ñuls se trabaja bien en las inferiores, a pesar que todos los clubes tienen dificultades para retener jugadores, y que tiene avanzadas gestiones en la FIFA para cobrar por futbolistas que en su momento se fueron de la institución al exterior por su cuenta. Entre esos casos mencionó el de Lionel Messi, por quien hicieron todos los esfuerzos por retenerlo, pero apareció un intermediario con la posibilidad de llevarlo al Barcelona y que frente a eso era imposible competir.