"La acusación que pesa sobre Raúl Cazón por el asesinato de Héctor Cornejo aún no está firme", explicó ayer la fiscal María Eugenia Iribarren, que investiga los incidentes ocurridos el jueves pasado frente a la sede local del gremio lechero, Atilra, donde falleció el dirigente cordobés. Sin embargo, consideró improbable que, en el actual estado de la causa, puedan otorgarle la excarcelación a Cazón y también desestimó que llamen a declarar a la conducción nacional de Atilra o al secretario general de la CGT, Hugo Moyano. "Antes, deberán declarar muchos otros en calidad de testigos", afirmó, sin descartar que llamen a dirigentes locales del gremio. La funcionaria indicó que "ahora viene la labor más que nada pericial, para vincular todos los hechos". Sobre los avances en la investigación de la muerte de Cornejo, la fiscal dijo que "se analizaron algunas imágenes y se pidió colaboración a los medios, pero en principio Cazón aparece. Y hasta el momento no hay individualizadas otras personas que se presuma hayan participado del hecho".

Por su parte, Carlos Varela, defensor del único detenido, dijo que su defendido es "un chivo expiatorio" y que "hechos como el ocurrido en Atilra tienen motivaciones y consecuencias políticas" y por eso los investigadores deben "encontrar un culpable enseguida para aquietar las aguas. En este caso, el culpable que encontraron es Raúl Cazón".

Por su parte Iribarren dijo que "todavía no hay elementos para sospechar la participación de alguna barra de fútbol", cuando fue consultada sobre las versiones que indican a Cazón como miembro de la barra de Newell's y también a los rumores sobre la participación de sus pares de Central en los incidentes.

En igual sentido, la funcionaria aclaró por Radio 2 que "todavía no están las pericias balísticas definitivas, hasta ahora son todas partes que hay que ir sumando para reconstruir lo que pasó".

Sobre las razones de la imputación a "Tyson" Cazón, que se entregó el sábado pasado, dijo que "se lo detuvo porque se lo ve en las imágenes disparando un arma. Se le imputó la muerte, haber disparado armas y con esto ocasionar una muerte. Pero todavía falta el nexo entre su arma y la muerte". Por eso, "los próximos pasos de la investigación, después de las pericias balísticas y el análisis de las imágenes que se han tomado, consistirán en seguir recibiendo declaraciones y más trabajo pericial".

Después, Iribarren se refirió al posible cambio de carátula de la causa y a la respuesta que merecería, al menos de su parte, un supuesto pedido de excarcelación del detenido: "Cuando las detenciones se producen al principio de una investigación, tiempo después se puede cambiar si surgen elementos. En el estado de la investigación no parece procedente que se otorgue el beneficio de la libertad".

Por su parte, el abogado defensor aclaró que las filmaciones en las que supuestamente se puede identificar a Cazón efectuando disparos en la puerta de Atilra "carecen de la calidad necesarias para distinguir las facciones" y confirmó que su defendido tiene "lesiones importantes en la cabeza" sufridas durante los incidentes por las cuales debieron hacerle a su defendido "entre 14 y 15 puntos".

El abogado resaltó que "carece de antecedentes penales", algo extraño para un acusado de homicidio. Además, aclaró que no pertenece a ninguna barra brava, ni de Newell's ni de Central, que trabajaba en una remisería ilegal y que hacía changas como personal de seguridad.