A cuatro días de los violentos hechos ocurridos en el estadio de Ñuls, los 17 detenidos por el caso terminaron de declarar ayer, en los Tribunales. En su gran mayoría, los barras apresados manifestaron que no hubo un ataque de su parte, sino que ellos fueron agredidos cuando quisieron realizar el trámite de reempadronamiento en el club. Los detenidos afirmaron que llegaron para reempadronarse y que tuvieron una fuerte pelea con otros hinchas liderados, supuestamente, por Diego "Panadero" Ochoa, sindicado como un barra de otra fracción. Hasta el momento no habría excarcelaciones, aunque algunos de los abogados intentaron solicitar la libertad de sus defendidos, algo que parece difícil ya que la causa fue caratulada como "intimidación pública doblemente agravada", por la jueza Alejandra Rodenas, quién está a cargo del caso.

En esta misma sintonía, se encuentran las declaraciones del abogado de Roberto "Pimpi" Camino, Carlos Varela, quién afirmó que su defendido no tuvo nada que ver con los incidentes del parque y acusó al presidente de Ñuls, Guillermo Lorente de estar vinculado a un sector violento de la hinchada y al ministro de seguridad provincial, Daniel Cuenca de ser cómplice en una maniobra para cambiar el mando de la barra. "La barra brava no se termina, puede haber sólo un cambio de nombres. En el fútbol nadie orina agua bendita, son una manga de delincuentes del primero al último", manifestó Varela, al tiempo que aseguró que su defendido va a entregar "en las próximas horas para aclarar lo ocurrido".

Por su parte, el ministro Cuenca se limitó a decir que van a "garantizar la seguridad de todo el que quiera concurrir a celebrar un partido de fútbol, y no a marcar violencia como aparentan querer estos grupos de inadaptados que no tienen que ver con el deporte".

Los hermanos Camino y en especial el "Pimpi", continúan prófugos de la justicia y son intensamente buscados por las fuerzas policiales. El jefe de la policía provincial, Juan Luis Heck manifestó que la búsqueda sigue en pie, pero que los Camino están desaparecidos. "Estamos buscando en dos o tres lugares, en especial en una casa que era de Camino pero también en otros lados. Si supiéramos donde están ya lo hubiéramos ido a buscar porque lo que más queremos es arrestarlo para darle la mayor transferencia al caso y ponerlo bajo la órbita de la justicia".

Con relación a la custodia que hay en el Coloso del Parque, Heck sostuvo que luego del primer partido "se piensa mantener a la policía durante la semana en los alrededores del estadio y que luego se irá evaluando como va la situación, porque si tenemos a todos presos a lo mejor no es necesario mantener tanta presencia de efectivos en el lugar".

Sobre el operativo diagramado para el inicio del próximo torneo, el jefe de la policía provincial manifestó que tienen previstos alrededor de 700 efectivos del servicio de policía adicional, más los oficiales, jefes y superiores del servicio ordinario y la movilidad con el personal que se utiliza para los traslados y el operativo que se hace en el autopista con la hinchada visitante, el traslado y el posterior acompañamiento.

Consultado sobre si con la detención de Pimpi Camino podría lograse el esclarecimiento del hecho, Heck afirmó que le interesa detener a quienes estuvieron presentes en el lugar y después ellos sabrán decir ante la sede judicial si fueron por sus propios medios o si alguien los mandó, "pero no barajamos ninguna hipótesis".