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Con el equipo gozando en la mejor racha deportiva de los últimos torneos, la dirigencia de Central se quedó sin entrenador. Reinaldo Merlo se fue en la madrugada del lunes, y desde ayer Manuel Usandizaga se dedica a seducir a Miguel Russo para que concrete su esperado retorno el club. La empresa del hijo del presidente Horacio Usandizaga tiene probabilidades de fracasar, dado que en sólo nueve partidos --el domingo dirige Ariel Cuffaro Russo-- el ex entrenador de San Lorenzo pondría en juego su particular romance con Arroyito. Leonardo Astrada, Jorge Burruchaga y Claudio Ubeda son las opciones, por si esta tarde Russo rechaza el ofrecimiento que le llevará a Buenos Aires el asesor legal de la entidad.

Por unanimidad, el hincha de Central quiere a Russo para sacar al equipo de la zona de Promoción, lugar donde lo tomó y lo dejó Reinaldo Merlo al plantel. En los próximos diez partidos el canaya se jugará su permanencia en la categoría, con lo cual será difícil de encontrar un profesional de prestigio que quiera poner en juego sus antecedentes en Central, más aún con el pasado reciente que registra el actual plantel auriazul.

Es que Merlo dijo que se iba por los mismos motivos que algunos de sus antecesores no quisieron hacer público: diferencias con los futbolistas. "Me voy de Central por las declaraciones del Equi (Ezequiel González)", aseguró Mostaza.

Anoche, Manuel Usandizaga y el protesorero Matías Mohamed esperaban el llamado de Russo, quien prometió abrir una mesa de negociación una vez resuelta su desvinculación de San Lorenzo. De eso se ocupaba ayer el entrenador, por lo cual hoy los encargados de encontrar el sucesor de Merlo viajarán a Buenos Aires para convencer a Russo de la necesidad que el club de Arroyito, del que asegura ser hincha, tiene por sus servicios.

Manuel no pudo revertir la renuncia de Merlo, quien llegó de la mano del intermediario Pinza Vidal, por estos días de viaje por Colombia y desentendido de la intempestiva partida de su representado. "La decisión de irme la tomé antes del partido con Racing", recalcó Mostaza, a pesar de que tras el encuentro del domingo no puso en duda su permanencia ante los directivos. "Me voy por las declaraciones del Equi, que me impiden rendir como quiero. Yo siempre voy a tener ganas de laburar, porque es lo mío. Pero no puedo ir en contra de lo que yo siento", abundó el renunciante entrenador, que dejó al equipo con más puntos, pero enredado en una crisis interna en momentos de definiciones en el campeonato.

"No me quedaba otra que dar un paso al costado. No estaba cómodo en el vestuario. Pero el Kily González me respaldó a muerte", largó Merlo para abrir más dudas sobre lo que sucede puertas adentro del vestuario canaya.

Con Merlo convencido de que su trabajo iba a ser boicoteado por los jugadores, se volvió raudo a Buenos Aires, donde este mediodía esperan viajar los directivos auriazules para concretar el encuentro con Russo, donde tendrán la oportunidad se negociar la contratación del entrenador con más adhesión en la parcialidad canaya.