2 CENTRAL: Alvarez 6, Moreira 5, Garcé 4, Raldes 5, Azconzábal 5, Ríos 4, Calgaro 5, C. González 5, Di María 6, Belloso 4, Zelaya 5. DT: Néstor Gorosito

3 LANUS: Bossio 6, Romero 5, Hoyos 5, Ribonetto 5, Benítez 5, Aguirre 6, Pelletieri 8, Archubi 6, Leto 7, Acosta 6, Fabbiani 6. DT: Ramón Cabrero

Goles: PT: 22m Ribonetto (L) de penal, 43m Di María (C) y 45m Zelaya (C). ST: 31m Pelletieri (L), 44m Fabbiani (L).

Cambios: ST: 11m Blanco por Benítez (L), 17m Andrés Díaz por Ríos (C), 21m Ledesma por Belloso (C), 25m Eduardo Ledesma por Ribonetto (L), 32m Velázquez por Calgaro (C) y 43m Salomón por Aguirre (L).

Arbitro: Carlos Maglio

Cancha: Central.

Si Zelaya le hubiese apuntado al arco cuando enfrentó a Bossio promediando el segundo tiempo, seguramente Central se hubiese quedado con una victoria resonante. Porque le habría sacado los tres puntos a uno de los dos o tres equipos que mejor fútbol juega en el país. El granate reúne condiciones deportivas que no son propias del torneo. Ayer, por caso, hizo un ligero repaso de ellas: dominó en el primer tiempo a Central, sostuvo en los 90 minutos su decisión por mover la pelota a un toque, y lució, por sobre todas las cosas, un mediocampo donde todos sus componentes están cubiertos de jerarquía. Y fue esa distinción lo que le permitió al equipo de Cabrero dar vuelta en el Gigante un partido que lo iba perdiendo por una serie de agudas desatenciones.

A quien guste del buen fútbol, no tendrá que dudar en invertir algún peso por un boleto para ver a Lanús. Claro que ninguno de los casi 30 mil canayas que se acercaron al Gigante pensando de tal modo. Pero los auriazules fueron testigos, y víctimas, de un equipo que se lanza al campo de juego a practicar un fútbol que basa sus claves en el talento de sus componentes, pero que además construye sus ambiciones a prédica del toque de primera y hacia adelante.

¿Qué otros equipos disponen de un mediocampo mejor al que ofrece Lanús con Aguirre, Pelletieri, Archubi y Leto? Más de un grande quedaría fuera de este desafío. Como quedó al margen Central, que poco pudo hacer para neutralizar el medio rival.

Pero Lanús también es un equipo con agudas imperfecciones. La mayoría de ellas quedan desnudas en ofensiva, más precisamente en la definición. Porque al buen toque y la profundidad no se la acompaña con contundencia. Y por eso ayer pudo reaccionar el canaya, que se encontró en desventaja con un gol de penal de Ribonetto (Alvarez lo bajó a Leto tras asistencia de Aguirre).

La recuperación auriazul fue liderada por Di María, quien sacó un zurdazo de afuera del área sobre el final del primer tiempo para superar a Bossio. Segundos después, a salida de un corner, Ríos probó al arco, pero su pegada fue imperfecta e involuntariamente asistió a Zelaya, quien resolvió con un taco para poner a Central inesperadamente en ventaja.

La inexplicable recuperación de Central despertó otro atributo en Lanús: la convicción para sostener las ideas por sobre las circunstancias del tanteador. Y bajo esa máxima la visita comenzó a urdir minuciosamente una victoria que recién tomo forma en los segundos finales.

Claro que Central lo tuvo para definir en los pies de Belloso y Zelaya, quienes la tiraron afuera al quedar mano a mano con el arquero. Perdida su oportunidad, en un juego de ritmo sostenido, apareció la de Lanús, que con picardía y categoría se llevó la victoria. La astucia la aportó Archubi para jugar rápido un tiro libre y habilitar a Leto, que al lanzar un centro atrás lo dejó sólo a Pelletieri para que la empuje frente al arco; mientras que el talento cayó por peso propio desde los pies de Fabbiani, que al recibir una asistencia de Blanco sacó una volea que se clavó en el ángulo izquierdo de Alvarez. Con el resultado Lanús ratificó su condición de candidato a participar en la discusión grande del Clausura, escenario donde probablemente no habrá lugar para Central.