La dirigencia de Central decidió ayer extender la licencia de Pablo Scarabino por otros 360 días, con lo cual la institución será liderada por Juan Dalbes (en lo formal, claro está) hasta junio de 2008. Pero Scarabino resistirá y, según anticipan, "luego de un tiempo hará otro intento para volver al club". Como fuera, lo cierto es que no hay antecedentes en el fútbol argentino de una situación similar a la que se vive en Arroyito, donde a menos de un semestre de las elecciones los directivos electos se rebelaron ante el presidente. Pero no todos formaron parte de la conspiración. Uno de ellos prefirió no firmar el primer pedido de licencia y en la reunión del lunes, donde se determinó la extensión firmada ayer, no fue citado para que vuelque su opinión.

Nada de política tiene lo que padece la institución de Arroyito. Con el paso de los días la actual conducción se esfuerza aún más para alejar del club a Pablo Scarabino. En diciembre pasado al presidente, que ya no está en uso de funciones, le "propusieron" pedir una licencia por seis meses. En aquella oportunidad el secretario Gonzalo Estévez, señalado con el autor intelectual de la insólita movida, tiró la propuesta en una reunión de Comisión Directiva y todos sus pares aceptaron firmar la petición de licencia, menos el vocal Enrique Antegiovanni. "Cómo no le podemos dar una nueva oportunidad a quien nos trajo al club", inquirió Antegiovanni a sus compañeros para intentar, sin suerte, revertir la extrema situación.

Con la oposición del ex vicepresidente, la dirigencia le dio curso al pedido de licencia y Scarabino aceptó alejarse del club hasta junio del corriente año. Pero con el paso de los meses no apareció ninguna grado de culpa en los directivos y, por el contrario, reaccionaron con determinación a los intentos del propio Scarabino por recuperar el gobierno auriazul. Ni siquiera Gonzalo Estévez, que por estos días es investigado por un grupo de socios por sus actos de gobierno, tuvo algún gesto de arrepentimiento.

Debido a sus últimas apariciones (cancha de Boca, en el Gigante y asistencia a la Asociación del Fútbol Argentino) la conducción resolvió tomar una medida drástica para espantar las ilusiones del máximo directivo. El lunes último se convocó a una reunión de Comisión Directiva para tratar la situación del ex presidente. Allí los dirigentes optaron por extender en 360 días la licencia del ex secretario de Víctor Vesco y ayer se oficializó la decisión con la firma del respectivo comunicado. Con lo cual Scarabino, que no acercó a la sede de la institución, no recuperará al sillón de Arroyito hasta junio de 2008.

Su afán por volver algún día a la entidad lo mantienen al directivo en licencia lejos de la confrontación pública con sus ex compañeros de Comisión Directiva, por más que ayer la traición quedó ratificada por unanimidad. Aunque Scarabino no perdió a todos sus amigos. Antegiovanni, lejos de anteponer sus intereses personales, no dudó en oponerse a las últimas decisiones que tomó la rebelde conducción. Quizá por eso el actual vocal no fue citado a la reunión del lunes pasado donde quedó sellada la suerte de Scarabino al frente del club canaya.