Al menos por 30 días más, Central seguirá siendo administrado por Pablo Scarabino, atento a lo resuelto ayer por la jueza de la convocatoria, Liliana Giorgetti. La magistrada dispuso también declarar "extinguido" el recurso de amparo presentado oportunamente por el presidente debido que las autoridades a las que se les abrió un sumario interno (los ex dirigentes) fueron removidos de su cargo por la Justicia. De tal modo los hinchas "canayas" cuentan con la seguridad de que las ex autoridades, a las cuales se les comprobó serias irregularidades en su gestión, no tendrán chances legales para recuperar sus respectivos cargos en el club.

Antes de iniciar la feria judicial, Giorgetti ratificó la continuidad de Scarabino al frente del club, luego de que le renovara por 30 días su rol de presidente, aunque su figura dirigencial sigue siendo de carácter provisorio, reservándose la magistrada la facultad de removerlo del cargo, de creerlo conveniente, antes de cumplirse el nuevo plazo concedido. Sus abogados peticionaron previsibilidad --es decir que el plazo de gobierno sea por 90 días en vez de 30-- en la figura de Scarabino frente al club, pero la misma les fue rechazada por la jueza. Por lo cual el titular de Arroyito permanece en forma provisoria al frente de la institución.

Además de esta disposición Giorgetti resolvió dar por concluido el recurso de amparo presentado por Scarabino para retomar la presidencia de Central, dado que la Comisión Directiva suspendida ya no forma parte de la entidad por haber sido removidos por la Justicia. El amparo permitió concluir con las maniobras de los ex directivos que le impedían la vuelta a Scarabino como presidente, incluso vedándole su ingreso a la sede. Por esto a las autoridades se les inició un sumario y habían sido suspendidos como dirigentes. Pero al detectarse maniobras irregularidades en la denuncia penal, la Justicia los removió de sus respectivos cargos, atento al perjuicio que le ocasionaron al club, y por ello ya no tiene interés la instrucción de los sumarios internos.

Con la seguridad de que los ex directivos no podrán retornar al club, y la certeza de que a fin de año habrá elecciones, de acuerdo al anuncio de Scarabino, la jueza amplió sus expectativas en cuanto a la posibilidad de que el club escape del laberinto económico e institucional en el que se encuentra. Aunque hay síntomas que devolvieron la preocupación en quienes instan por salvar a la entidad. Uno de ellos es lo que sucedió el martes pasado en la sede de calle Mitre, donde un particular abonó más de 20 mil pesos en efectivo para poner el día con sus cuotas a 800 socios. Y para la semana que viene se espera que suceda lo mismo con otros 500.

Ante la improbabilidad de pensar que casi un millar de socios decidieron al unísono saldar sus deudas con el club y para ello contrataron al mismo cadete que les haga el trámite, se abren sospechas respecto a quién financia a los socios en mora, ante la inminencia de que los adherentes de Arroyito deban concurrir a las urnas para elegir autoridades. Porque si bien con más de mil votos no se gana una elección, es un buen piso electoral para desafiar en el cuarto oscuro al movimiento Crece, que en septiembre último cosechó más de dos mil sufragios en los comicios.