Después de darle forma a un show que le permitió revisar su propia obra y tributar al mismo tiempo a aquellos autores que lo influenciaron, Miguel Mateos comprobó la lealtad de su público. Y, además, la fuerza con la que sus canciones se instalaron en esa audiencia. Así, en una trasnoche de playa nació "Fidelidad", canción que ofició de guía para el disco homónimo. Ese material tendrá esta noche su presentación oficial en El Círculo (Laprida y Mendoza), sala en la que, desde las 22, Mateos hará su aparición acompañado por Alejandro Mateos (batería, percusión y coros), Roly Ureta (guitarra), Ariel Pozzo (guitarra), Nano Novello (teclados) y Alan Ballan (bajo).

Mientras tanto, el retorno del compositor a la ciudad se produce a poco más de una semana de la gira que realizaran por Estados Unidos y el norte de México, en un momento muy particular de crisis financiera global y elecciones presidenciales históricas. En aquel contexto aprovechó para "probar" las canciones.

Respecto al surgimiento de este nuevo trabajo discográfico, el ex líder de Zas explicó que se vincula estrechamente con su creación previa: "El proyecto anterior en el cual me monté fue una suerte de festejo de mis 25 años de carrera, y se llamó Una mirada a los clásicos. Eso trajo un armado que tenía que ver también con el hecho de tributar a autores e intérpretes de los 70 y 80 a quienes yo consideraba importante y a los cuales me ligaban un montón de coincidencias musicales. Esas mismas canciones, importantes dentro del repertorio internacional, me di el gusto de tocarlas y linkearlas con mis propias canciones".

"Eso hizo que viera que, realmente, mis canciones tenían una consistencia muy particular en el show, una vivencia, una suerte de emoción muy particular en la gente --completó--. Y cuando se veían de alguna manera conectadas con esas grandes canciones del repertorio internacional subsistían y tenían una especie de vida propia muy especial. Eso muchas veces me emocionó hasta las lágrimas, porque tocar a Bruce Springsteen, Duran Duran, David Bowie, cosas de los Eagles o Led Zeppelin, y poder linkearlas con mis propias cosas fue una experiencia realmente alucinante. Y la palabra fidelidad tiene que ver con éso, con el grado enorme de generosidad de la gente".

Finalizada esa etapa, Mateos se descubrió iniciando un nuevo proceso creativo de cara al mar. "El verano de este año me tomé unos días y con la guitarra criolla en la playa salió `Fidelidad`, que fue una canción casi típica. Sellé lo que fue después el ícono del disco en una canción que fue hecha en la playa, a deshora, y tapado con una frazada. En definitiva, lo que es la canción en su más mínima expresión", apuntó, y concluyó: "Te diría que a lo largo de más de 25 años no he cambiado esa forma de componer. Después lo llevo al laboratorio, lo llevo a los teclados y sintetizadores a posteriori. Primero está la cosa más desnuda, más descarnada. Si suena bien en la guitarra, o en el piano, desnudamente, sé que esa canción después va a tener algo que decir".