Domingo, 6 de junio de 2010 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › EL GRUPO PUERTAS ADENTRO ESTRENA ESTA NOCHE "DEMASIADA FAMILIA".
La directora aclaró que Chéjov fue sólo un punto de partida para esta obra que tiene como eje la desaveniencia entre las apariencias y las palabras, entre el drama y el humor, entre eso que subyace en lo dicho y lo no dicho.
Por Julio Cejas
La directora Cristina Carozza estrena esta noche a las 20.30 en el Teatro Caras y Caretas (Corrientes 1518), su obra "Demasiada familia", producto de uno de sus talleres que comparte con Claudia Piccinini y que protagoniza el grupo "Puertas Adentro". la creadora del grupo "El eslabón perdido", responsable de recordados trabajos como "Cena para cinco" y "Criadas para nada", dialogó con Rosario/12 acerca de esta nueva propuesta que tiene como protagonistas a once alumnos de su taller.
"Demasiada familia surgió de un taller de alumnos avanzados que tenemos con Claudia en La sede, el año anterior se produjo un trabajo de investigación sobre Bertold Brecht que pudo verse en la muestra final,pero este año yo quería ir más allá y producir una obra, entonces trabajamos sobre la poética de Chéjov, de la que queda solo el espíritu, no se trata de ninguna de sus obras", explicó Carozza.
En la difusión de este espectáculo, los responsables apelan precisamente a un clima que nos remite al imaginario chejoviano: "En una casa de campo, en las afueras de Moscú, el día de Navidad. Moscú puede ser cualquier ciudad. Las personas buscan un momento en sus vidas para celebrar sus encuentros y diferencias".
"Está claro que esto no sucede en Rusia, Moscú puede ser cualquier ciudad, se trata de algo atemporal que se pueda leer desde cualquier tiempo, el texto está construido a partir de la dramaturgia del actor, es un texto que habla de una casa en las afueras de Moscú, un día de Navidad en el campo, pero todo es un pretexto para contar historias de encuentros y desencuentros, historias", señala la directora.
Dejando en claro que en el proceso de trabajo, Chéjov fue sólo un punto de partida, Carozza sostiene que uno de los ejes de "Demasiada familia", es la desaveniencia entre las apariencias y las palabras, entre el drama y el humor, entre eso que subyace en lo dicho y lo no dicho.
A la hora de buscar disparadores para su nuevo trabajo, la directora cita un texto del dramaturgo ruso, que deja en claro su idea de lo que el teatro debería mostrar. "En la vida real plantea Chéjov la gente lo que más hace es comer, beber, decir tonterías y esto es lo que debe mostrarse en un escenario, es preciso entonces hacer una obra donde la gente entre, salga, coma hable del tiempo, juegue a los naipes, que en la escena sea todo tan complicado y sencillo a la vez, mientras tanto se van forjando sus destinos y se van destruyendo sus vidas".
"Eso como concepto es interesante para trabajar, porque mientras hablamos de cosas intrascendentes, lo que te atraviesa es la vida: tomamos un café y hablamos, pero aparecen los discursos internos que vos no expresas, me interesó trabajar a partir de una mesa una silla, lo más cerca posible y decirnos lo que nos tenemos que decir, y no poder salir hasta que te vas de ese lugar, ingresar y convivir con el otro en ese espacio", plantea Carozza.
-Allí es donde aparecen los famosos puntos suspensivos de la dramaturgia chejoviana.
-Exactamente y eso es lo que subyace, esa desavenencia entre lo que se dice y lo que no se dice, pero lo que decis no tiene que ver con lo que le está pasando a ese personaje, esa tensión que se produce y despues recuperar el humor que es algo que a mí siempre me interesa trabajar, y la obra trata en sintesis de lo que queremos contar hoy en este momento.
-Volvés a trabajar el tema de la familia, una situación recurrente del teatro argentino en los últimos años.
-Yo trabajé el tema de la familia, desde lo siniestro, pasando al vacío como fue "Criadas para nada", o la decadencia, la desesperanza, en este caso el eje tiene que ver con esta muchedumbre que es esta familia y lo que se va cruzando, las relaciones que se cruzan, pero no se develan. Tiene mucho de eso la obra, de las relaciones humanas y lo que no se dice cuando dos personas se encuentran, cruces de historias,estas hisorias cruzadas tienen que ver con los tiempos que corren.
Por otra parte el espacio particular de la Sala Caras y Caretas le sirvió a la directora para trabajar el tema de la profundidad, lo que sucede en primer plano y lo que no se cuenta pero sucede atrás,se trata de una casa transitada desde distintos lugares.
A la hora de mencionar el trabajo de sus alumnos, Carozza destaca la importancia de resolver todas las instancias de producción de la obra a partir del protagonismo de los integrantes del grupo "Puertas adentro".
"Una de las integrantes que trabaja en diseño gráfico, se encargó de hacer el diseño para la obra, otra que estudió Comunicación Social, hace la prensa, y se encarga de conseguir anunciantes que apoyen el proyecto, otros trabajan la escenografía y el vestuario, la propuesta fue armada entre todos, está bueno tener una idea no solo para desarrollarla actoralmente sino para ver todos los aspectos,yo escucho todas las opiniones y después voy recortando y adecuándolas a la puesta final."
El grupo está integrado por Celina Rovetto, Magdalena Romanos, Cecilia Patalano, Angie Beltrame, Marcelo Gargiulio, Silvina Scarpolini, Flavio Soso, Gianina Moisés Sosa, Soledad Palomeque, Emilio Dei Cas y Vanesa Baccelliere y la obra continuará en cartel los domingos de junio y julio a las 20.30 en Caras y Caretas.
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