Refugio de intelectuales, artistas contestatarios, vanguardistas, innovadores, censurados, los cabarets se constituyeron como espacios de contención para las expresiones de la cultura europea desde fines del Siglo XIX, expandiéndose desde entonces por el mundo entero. En las últimas décadas, en Argentina el término se asoció con exclusividad a reductos de oferta sexual, situación que no llegó a jaquear a los responsables de bautizar a El Diablito Cabaret, el flamante recinto cultural y gastronómico que esta noche abrirá sus puertas en Brown 3126.

"Lo que buscábamos era rescatar con el nombre el origen del concepto de cabaret, bares y tabernas donde mientras el artista actuaba el público bebía algo, donde se generaba un vínculo. Después se desvirtuó a la prostitución, con lo que no tenemos nada que ver. De hecho nos planteábamos el tema, y dudamos, pero pensamos por qué no reivindicar algo. Tiene algún riesgo que la gente lo tome por ese lado, pero acá no va a haber desnudos, sino que reivindicamos el origen del término", apunta Eloy Quintana, uno de los responsables del espacio, que tendrá un elegante auditorio para 250 personas y una pista de baile para otras 200.

"Tanto en los sistemas de iluminación como de sonido apuntamos a calidad más que a cantidad --detalla Quintana--. Las luces tienen que ver con una puesta íntima y el sonido es un sistema muy fino, de mucha precisión, pero no demasiado potente. Buscamos que sea agradable para estar, está más apuntado a la calidez que al circo. El auditorio está basado en los clubes de disco de Nueva York de los 70, es un auditorio en declive, donde en vez de haber butacas hay sillones circulares de cuero, y el escenario se ve perfecto desde todos los lugares. No es una puesta novedosa, pero creo que va a generar un buen clima. Y ésa es nuestra intención, sostener la cadena de buen trato, desde los empleados hasta la gente de seguridad. Eso es fundamental, que haya buena energía, que es lo que hace a la esencia del lugar".

Respetando el espíritu de club social que caracteriza a El Diablito (el bar fundado hace dos años en Maipú 662), el Cabaret abrirá sus puertas jueves, viernes y sábado, proponiendo siempre un espectáculo musical o teatral, en una programación que se caracterizará por su calidad y amplitud. De hecho, la apertura formal se realizará esta noche a las 21 con la actuación de The Broken Toys, que estrenará su tercer disco de estudio, Sobre tu cadáver.

"Cuando nos hicieron la propuesta no lo dudamos ni un segundo", reconoce Santiago "McFly" Vivas, cantante de la banda que completan Ariel Vercesi (guitarra y coros), Sebastián Delfino (contrabajo y coros), Sebastián Cudos (batería), Ignacio Rotondaro y Alejandro Mc Hiuker (saxos). A tono con la celebración de apertura, la banda estrenará un material que marca un nuevo rumbo artístico: sin perder sus rasgos esenciales, remitiéndose a una sonoridad que la conecta con el rock visceral de los años 50 y 60, el combo rockabilly propone trece canciones densas, oscuras y maduras. "El primer tema que surgió fue 'Sobre tu cadáver' y decidimos componer en torno a ese concepto. Y si bien todavía no tenemos muchas referencias sobre lo que puede pasar con el disco en vivo, los que lo han escuchado me hicieron muy buenos comentarios. Teníamos un poco de miedo de no tener un disco tan bailable como los dos anteriores, pero creo que se nota la naturalidad de la banda, de los momentos que vivimos e inspiraron esas canciones", explica Vivas, y adelanta: "Vamos a tocar el disco tal como es, porque cada tema está pensado por lo que transmite en el lugar en el que está. Además va a ser un show nuevo desde lo musical, desde lo estético, desde las proyecciones. Estamos ansiosos por mostrar este nuevo concepto".

Mañana, en tanto, la diversidad de la programación comenzará a hacerse visible: a las 21 será el contrabajista Mariano Otero quien junto Los Sesionistas propondrá una noche dedicada al jazz, mientras que el domingo será el turno de la delicada cantautora Rosario Bléfari. "Este primer fin de semana es una muestra en perspectiva de lo que va a ser --admite Quintana--. En los cabarets se hacía también humor político, y acá queremos un poco de éso, por éso va a venir también Fabio Alberti. Vamos a buscar el rumbo una vez que abramos, aunque siempre sosteniendo un criterio, dentro de lo que tenemos pensado: llevar el espíritu de El Diablito Bar, donde la gente se vincula, se usa la barra para tomar y dialogar. La posibilidad que tenemos ahora es de agrandar las proporciones, sumando el hecho de que se va a poder bailar".

En ese sentido, los propios artistas tendrán una participación activa en la musicalización, según adelanta el programador: "Apelamos a la música que para nosotros es agradable, sin ser elitistas. La música puede ser popular y ser buena. La genialidad de la música es cuando llega a la popularidad sin perder la calidad. Vamos a apuntar a éso, a mucha música negra, funk, disco, rock, jazz. Además, después de muchos espectáculos los mismos artistas van a pinchar vinilos. La idea es que la fiesta siga con el concepto del show, con música elegida o puesta por los artistas".