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Responsabilidad

La tragedia del edificio de Salta al 2100 expone con meridiana claridad el grado de desprotección en el que vivimos los rosarinos y la inutilidad de los organismos creados para "controlar" a las empresas concesionarias de servicios públicos.

La displicencia con la que las autoridades de Litoral Gas explicaron que sus responsabilidades terminan en la línea de edificación y las instalaciones internas son de exclusiva responsabilidad de los vecinos, desligándose la empresa de los trámites de habilitación de los gasistas, y aclarando que la "matriculación de los especialistas" no existe, ya que no se capacita por parte de Litoral Gas y la empresa no examina la idoneidad de los servicios particulares ni la calidad de los trabajos que se realizan en las instalaciones domiciliarias.

La instalación de gas natural es una cuestión delicada y no puede dejarse al arbitrio de un service y habilitar el servicio sin un control efectivo de los materiales empleados, el correcto ensamblado de los caños, la ubicación de llaves de cortes adecuadas y el control de pérdidas o fugas, es de una irresponsabilidad manifiesta y propio de empresas a las que no les importa la gente.

Esta terrible tragedia al menos debe servir para corregir las falencias que rodean esta clase de servicios y sentar las bases de una estricta regulación y control sobre los actores intervinientes, que necesariamente debe incluir a las empresas constructoras y todo el proceso de instalación, supervisación y habilitación de los servicios.

La asociación de profesionales instaladores debería contar con un sistema de reválida de las matriculaciones que la empresa prestataria del servicio de provisión de gas por red debería inscribir en un registro de prestadores y Enargas controlar.

Mencionando este Ente, pregunto, ¿qué función cumple?

Angel Contestí