Habiendo logrado escapar a la tentación de volcar en una primer experiencia dramatúrgica todo el bagaje acumulado durante largos años de actuación, Oscar Martínez formalizó su debut como autor y director con Ella en mi cabeza, la obra que protagonizan Julio Chávez, Juan Leyrado y Natalia Lobo, y que desde su estreno se convirtió en un suceso de convocatoria. Luego de que anoche realizara su estreno en Rosario, la puesta volverá a escena esta noche a las 21 y mañana, desde las 20.30, en el Auditorio Fundación, donde la dicotomía amor--odio en las relaciones de pareja será abordada desde un costado humorístico.

"La verdad estamos contentos, porque nos gusta mucho hacer esta obra. A mí me gusta mucho este tema de la relación de pareja, el pensamiento del hombre y la mujer, y que esos rollos se puedan transmitir sin tantas volteretas, sin convertirse en algo cerrado, intelectual. En la platea ves gente como todos nosotros, de distintas edades, con pareja o sin pareja, que además se ríen, porque esto es una comedia, entonces se trata un tema que generalmente se lo tiene ubicado desde la solemnidad o desde la ortodoxia, en el caso del psicoanálisis por ejemplo, y aquí se convierte en lenguaje cotidiano y con un humor reconocido", dijo Leyrado a Rosario/12.

A partir de su interés personal por el psicoanálisis, y conocedor de los conflictos del amor a partir de su experiencia ("con sólo haber vivido los años que viví tengo bastantes elementos para reconocer, y reconocerme en una situación como esa"), Leyrado pudo construir a Klimovsky, el analista de Adrián, personaje que interpreta Chávez y que no puede vivir con Laura, su mujer, pero tampoco abandonarla. En ese sentido, Leyrado explicó: "Lo que me interesa es que aquí el psicoanálisis está presentado como una ayuda real, con algo concreto, con darle al paciente elementos claros y preciso, nobles y simples para que él vaya viendo qué le pasa. Y la construcción de mi personaje tiene que ver con tantas cosas que a mí, como paciente, como marido o como hombre, me pasan. Estas cosas de pensar y estar seguro de que el otro nos está diciendo que en realidad no es lo que nos dice, sino que es lo que nosotros creemos que nos dice (ríe). Se arman tantos quilombos en las relaciones, que primero uno se siente muy acompañado, no se siente un ser extraño, y aparte uno se da cuenta que este rollo en la relación de pareja tiene mucho de complicado porque uno es el complicado en la pareja".

En esa misma línea, el actor fue más lejos al manifestar: "Hasta te diría, y creo que por primera vez lo digo, que este es un homenaje a la pareja, en relación a que la pareja es el vínculo de dos personas, y no es que uno es más piola que el otro, ni más inteligente. Los dos sufren y viven esta vida, nada más que para construir una pareja no solamente hay que escucharse uno sino también escuchar al otro. Además me gusta hacer el personaje y me gusta mucho lo que le pasa a la gente, que después de ver la obra se va a comer y se va a hablar, pero no desde la pelea, sino de decir: `Puta, cuánto rollo al pedo`".

En relación al debut de Martínez como autor y director, Leyrado no dudó en afirmar que Ella en mi cabeza "es un aporte muy importante para el teatro y para ver un poco en qué andamos cuando a nuestra cabeza la llenamos de tanta cosa". El actor dejó en claro que pudo superar el riesgo de volcar todo sus conocimientos en el debut. "Oscar nos demostró que no se enganchó en eso. Creo además que siempre las segundas obras son más difíciles que la primera, pero casualmente el jueves fui a ver Días contados, la segunda obra de Oscar, y le va muy bien. El es un tipo muy inteligente, es extremadamente exigente para él y su laburo, pero en ningún momento sentí que estaba frente a una obra y una tarea de alguien que se estaba jugando la vida, sino que en todo caso era alguien transitando por una parte importantísima de su vida".