Desde la apertura con "El árbol" y sus aires de rap hasta el cierre chill out de "Tus colores", en su flamante Babel Fabián Gallardo se demuestra como un compositor siempre abierto a las influencias. Tomando a la canción como formato esencial, el rosarino le dio forma a un disco solista en el que vuelve a acercarse a su característica esencia pop, pero también hacia el rock, el folclore y la balada. Editado por Melopea, Babel cuenta con la participación de músicos como Claudia Puyó, Guillermo Vadalá, Franco Luciani, Pablo Pino y Javier Robledo de Cielo Razzo, Nahuel Antuña, Franz Funes de Patagonia ReVelde, Flor Croci, Joel Tortul y Esequiel Ghilardi (baterista de Diego Torres). Esta noche, algunos de ellos se sumarán como invitados en el show que, desde las 21.30, Gallardo brindará en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085).

Extenso, Babel propone un acercamiento renovado a la obra de Gallardo, que se reconoce como un artista inquieto, en constante movimiento. Así se va nutriendo su repertorio, sin descanso. Así se fue conformando Babel, que sólo terminó de delinearse con la aparición de los temas que, para Gallardo, cerraban un concepto. "Tenía muchas canciones, pero faltaba algo --explica a Rosario/12--. Hasta que aparecieron las últimas dos o tres canciones y me pareció que era el cierre. Faltaba una totalidad de lo que quería decir, tener el concepto claro. Después de dedicarme tanto tiempo a la música, tener algo concreto que decir que fuera diferente a otras cosas que había dicho. Puede ser el tiempo, la edad, las razones que uno elija, pero en estas canciones me dí el gusto de decir mas cosas".

En ese decir, entiende el cantante, no sólo entra en juego lo lírico, sino además las búsquedas musicales. Y, así, Gallardo deja que fluyan nuevas influencias: obras e intereses de jóvenes artistas con los que sigue compartiendo proyectos. Porque si bien sus primeros pasos fueron con el nacimiento mismo de la Trova rosarina, como ladero de la explosión de Fito Páez, Gallardo continúa en contacto con las nuevas generaciones. Y así, las obras aparecen con nuevas vestiduras. "Las canciones vienen con el sello puesto. Me parece muy injusto cambiarlo. Las canciones llegan y hacen lo que quieren. Tengo una gran ventaja: me sigo cruzando y teniendo relaciones musicales con un montón de gente y estilos, sigo aprendiendo todo el tiempo. Esas cosas van dejando marcas, que a su vez tienen que ver con esta amplitud de estilos. Por eso el nombre del disco", admite.

Desde ese lugar de vínculo directo con nuevos artistas, a partir de su conocimiento de los modos en que se hace, produce y ejecuta música en la ciudad, Gallardo es una voz calificada para dar su mirada sobre el incidente que derivó en la muerte de Adrián Rodríguez en el Café de la Flor. "Morirse haciendo música es una cosa impensada", remarca Gallardo, que en febrero de 1987 sufrió una potente descarga en el Superdomo de Mar del Plata mientras tocaba junto a Páez. "Tuve mucha suerte, podría no estar contando esto --distingue--. Lo importante es encontrar una explicación y que todos seamos lo más responsables posible. Confiamos demasiado en el azar, todo el tiempo. Tenemos que hacer algo todos, sí, pero este dolor es inmenso".