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El pasado 13 de Julio, luego de mucho tiempo, los Peronistas Rosarinos pudimos expresarnos en las urnas y elegir, entre varias opciones, a quienes queríamos que nos representen. Así es que entonces, por decisión de los afiliados, estamos al frente de La Departamental y dispuestos a asumir el desafío y la responsabilidad de poner de pie al Peronismo de Rosario.

Por delante tenemos un sinnúmero de tareas para lograr que el Justicialismo de Rosario, asentado en los principios básicos de nuestra doctrina y en la defensa de los intereses de los que menos tienen se convierta en un partido moderno, movilizado y participativo que esté en condiciones de dar respuestas a la variedad de demandas de una sociedad cada vez más compleja.

Fueron muchos años de acuerdos de cúpulas, de decisiones tomadas entre pocos, con la mirada puesta más en Santa Fe que en Rosario, posturas que sólo sirvieron para alejar a los compañeros de la militancia, del compromiso, y de la política misma.

No vengo a la Departamental a hacer política para mí o para un grupo en particular, vengo, como afirmé en la campaña, a trabajar para todo el peronismo, para que sea nuevamente un Movimiento victorioso. Pero estoy convencido de que no se trata de una faena para un solo hombre ni para un grupo selecto, sino una tarea que debe involucrarnos a todos.

Nuestros objetivos son ambiciosos pero claros y alcanzables: abrir las puertas del PJ con el acento puesto en revalorizar la militancia por sobre la figura del "operador político"; modernizar su estructura incluyendo los nuevos desafíos (derechos Humanos, participación de las mujeres, tercera edad, ecología y medio ambiente), convencidos de que, como nos marcó el General Perón, "sólo la organización vence al tiempo".

Sé muy bien, porque abracé esta causa desde muy joven, que para los peronistas el sentimiento de pertenencia es extremadamente importante. Por eso hoy, antes que nada, quiero hacer una convocatoria dirigida al corazón de todos aquellos compañeros que por diversas razones se vieron obligados a alejarse y a vivir una especie de exilio interno.

Por eso compañeros, a todos los aún se conmueven ante la injusticia y conservan encendida esa llama ardiente de la militancia, que cuando escuchan "La Marcha" se les eriza la piel, los invito a volver a casa. Tengan la seguridad que van a encontrar en ella el calor familiar que sabemos ponerle los peronistas a las causas justas.

Luis Daniel Rubeo

Secretario departamental

Partido Justicialista