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Experimentos

Ya desde el comienzo de los procesos colonialistas en el siglo XVII, era costumbre que las expediciones llevaran retratistas, dibujantes y científicos que captaran las novedades de los territorios ignotos para las metrópolis. Desde las cuestiones geográficas para las cartas de navegación hasta los rasgos etnográficos y las diversas costumbres de los nativos.

En el siglo XX, durante la etapa de expansión del Tercer Reich nazi también experimentaron con las poblaciones de los países limítrofes de Alemania, poniendo a prueba la resistencia de las mismas al hambre y diversas enfermedades derivadas.

El Holocausto perpetrado por este régimen se sirvió de diversas formas de manipulación de seres humanos con coartadas pseudo científicas como la eugenesia orientada a justificar el racismo.

A partir de mediados de la década del setenta y sobre todo desde los años ochenta con la puesta en marcha del neoliberalismo a escala global se montaron en Latinoamérica múltiples "laboratorios": Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay, Perú, Ecuador, etc.

Todos estos experimentos de ingeniería socioeconómica y política tenían una matriz clara de disciplinamiento social, de profundización de las desigualdades, de destrucción de las formas organizativas solidarias.

En todos los casos se recurrió a la manipulación de las debilidades, y se montaron estos procesos sobre la base de la devastación producida por el terrorismo de estado militar que allanó el camino de estas políticas.

En la Argentina, por qué no pensar Diciembre de 2001, como el estallido de un largo proceso del cual la convertibilidad que rigió una década fue el ariete para pulverizar vidas, y ampliar la brecha de las injusticias.

Estallido institucional, revuelta social, iniciativas solidarias multiplicándose. Memoria contra el olvido. Resistencia contra la atomización alienante.

Carlos A. Solero

[email protected]

Miembro de la APDH-Rosario