Sin duda la tarea más difícil para avanzar en la protección integral de niñas, niños y adolescentes, para que de verdad sean sujetos activos de derecho y se los piense, no por lo que van a ser sino por lo que ya son; es poder incidir en la construcción de las representaciones sociales que sobre ellos existen. Esta es una de las ideas que surge de quienes participan en el Foro de la Niñez que funciona en Rosario. El nombre del espacio en el que los terceros martes de cada mes se autoconvocan funcionarios y empleados estatales, representantes de ONGs. y colegios profesionales, en definitiva de quienes están en la "trinchera" cotidiana en el trabajo con chicos y adolescentes, no está cerrado. Parece ser lo que menos importa ya que la preocupación está puesta en lo que no se puede hacer todos los días, por falta de recursos y estructuras indispensables.

Rosario/12 dialogó con algunas de las personas que integran el espacio y que lo sostienen desde hace más de tres años. Con preocupación se plantea que hay una tolerancia social cada vez mayor y a la vez una menor alerta hacia la vulneración de los derechos de la infancia. Cuando se habla de niños y adolescentes se piensa en aquellos hacia quienes existe una vulneración múltiple, pero también en los chicos de todos los sectores sociales que con distintas características también sufren violencia y descuido. "Si la sociedad exigiera la protección integral de niñas, niños y adolescentes muchas cosas se solucionarían", se sostiene en el foro.

El Foro de la Niñez comenzó a integrarse en enero de 2004 con la convocatoria del Area de la Niñez de la Municipalidad de Rosario (ver aparte). En estos días reúne, los terceros martes de cada mes, a un número variable, 50, 60, 70 personas que están ligadas a las más diversas organizaciones no gubernamentales y comunitarias, a los colegios profesionales y a los poderes del Estado, tanto provinciales como municipales. Algunos concurren como representantes de los lugares en los que tienen inserción, otros, desde esos lugares, lo hacen en forma personal.

Este diario habló con seis integrantes del foro: Ana María Mujica, miembro del Poder Judicial a cargo de la Defensoría Nº 4 Zona sur, ubicada en Arijón 651; Isabel Tealdi y Noelia Araiz, ambas abogadas del Area Niñez de la Municipalidad y Araiz también de la Dirección Provincial de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia de la 2da. Circunscripción; Marcela Lapenna, psicóloga y coordinadora del Centro de Día﷓Programa La Casa y de la Asociación CHICOS; Maricel Andreatta quien trabaja en espacios de salud pública de la Municipalidad de Rosario y asiste desde el Colegio de Trabajo Social y la abogada Gabriela Lescano, prosecretaria penal del juzgado de Menores Nº 4 e integrante del Centro de Psicología y Legalidad de la Universidad Nacional de Rosario y de la cátedra de Familia y Minoridad de la Universidad Católica Argentina.

Las cinco mujeres coinciden en que uno de los mayores valores del espacio es la riqueza que supone la participación de muchos funcionarios y empleados estatales ﷓Area Niñez, Dirección Provincial de Protección, juzgados de Menores y Colegiados de Familia, defensorías zonales y asesorías, de las áreas de salud y promoción social﷓, a quienes no les alcanza con lo que hacen, quieren comprometerse de otro modo y destinan tiempo para seguir en la reflexión, el debate y la búsqueda de acciones concretas porque las estructuras y herramientas que existen para que los derechos de niñas niños y adolescentes existan en los términos de la ley nacional 26.061, son mucho más que insuficientes. El foro está compuesta además por el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Casa de Todos, Todos por Todos, HOPROME, que también representan a otro espacio de características parecidas, el foro de las ONGs. Hay además una fuerte participación de colegios profesionales, de Psicólogos, de Abogados, de Trabajo Social y de la UNR. La ausencia que se marca es la de representantes de la educación, tanto desde el lugar ministerial como desde el gremio que nuclea a los docentes y que se piensa indispensable sumar.

"Aquí no venimos para articular, ya estamos articulados y a veces para la nada", señala Marcela Lapenna de manera crítica. "Lo que hay es absolutamente insuficiente ante el dramatismo de la realidad que tenemos. De ahí que el desafío es incidir para instalar en la agenda pública el tema de los derechos de los niños". Para que no haya malas interpretaciones que tengan como respuesta la defensa desde cualquier sector de lo público, queda en claro en la conversación con este diario que no es que no se haga nada. "Se hacen muchas cosas todos los días, en lo público, en lo privado, en las acciones comunitarias" se señala. Queda expuesto, entonces, que lo que se reclama es profundidad en las acciones de todos los niveles del Estado, lo que supone resolver la ecuación primera, el presupuesto necesario al que se le agregarán los condimentos indispensables del conocimiento, la creatividad, la participación amplia de todos los sectores y siempre el desafío de la sensibilización y comprensión de la sociedad.

Es cierto que la existencia del foro, que ahora se autoconvoca, permitió la interrelación que dio como resultado la creación del Consejo de Protección para Niñas, Niños y Adolescentes a través de la ordenanza Nº 8143 del 10 de marzo del 2007, en el marco de la Ley 26.061 que entró en vigencia en octubre del 2005, mientras que los decretos reglamentarios son del 2006. Ese consejo integrado por 15 miembros tiene funciones específicas con vistas a los procesos de construcción de la ciudadanía de las infancias y adolescencias. Lapenna integra el Consejo, también el juez de Menores Juan José Carmona y el padre Edgardo Montaldo. De todos modos el foro sigue adelante, con vida propia y con la riqueza de quienes "están en la trinchera", en el trabajo diario en niñez. La diversidad del espacio contribuyó en estos años a romper prejuicios entre unos y otros de los integrantes. "Nadie viene a decir qué lindo es lo que hace sino que por el contrario expresa lo que no puede", acuerdan como definición. A partir de estos encuentros algunas de las muchas cosas que se hacen pueden articularse mejor.

Algunas de las reflexiones muestran el por qué y el para qué del foro: "Se acerca el trabajo de campo de cada uno de los que intervienen y a la vez permite un diálogo multidisciplinario y los problemas se ven con distintas perspectivas" (Mujica). "Creo que desde este espacio podemos dar un paso más y verlo como un terreno para poder incidir en las políticas públicas de infancia. Partimos de la premisa de que el sufrimiento de los niños no conmueve a nadie. No hay manifestaciones sociales, para citar un ejemplo, por los muertos por inhalar pegamento" (Lapenna). "Si la sociedad tuviera otra postura, si exigiera la protección de la infancia y la adolescencia sería otra cosa, muchas cuestiones se solucionarían, de allí que sea tan importante trabajar con el imaginario y la comprensión social" (Tealdi).