Domingo, 25 de junio de 2006 | Hoy
Hace menos de un año que se puso en práctica en Rosario el
método de anticoncepción quirúrgica y ya hubo 72 intervenciones
en hospitales. Hay una lista de 122 mujeres en lista de espera.
Por Alicia Simeoni
Cuando transcurrieron 10 meses desde que el municipio puso en práctica el acceso a la anticoncepción quirúrgica, método que se conoce como ligadura de trompas de falopio o vasectomía, ya optaron por la intervención 66 mujeres en el Hospital Roque Sáenz Peña y 6 en la Maternidad Martin, mientras que 122 hicieron la solicitud y están en espera. El perfil de quienes piden la práctica médica es el mujeres multíparas -a partir del 4º hijo- y que tienen 35 años o más. También hay un porcentaje de HIV positivas o que padecen otras enfermedades, entre ellas la diabetes. Optar por la anticoncepción quirúrgica es un derecho que para ser ejercido necesita que la potencial usuaria conozca toda la información, por lo que antes de que formalice su solicitud y consentimiento mantiene charlas y entrevistas con un equipo interdisciplinario que además le señala que en su caso, como en el del hombre, la decisión tiene efecto irreversible. También en el Sáenz Peña hay dos solicitudes de vasectomía. Los números mencionados se consideran valiosos desde la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad porque muestan el crecimiento del servicio, sobre todo hacia las mujeres de la zona sur y sudoeste de la ciudad con la posibilidad de hacer efectivo el derecho de decidir sobre sus cuerpos.
La Municipalidad de Rosario a través de la resolución Nº 975 adecuó la ley provincial Nº 12.323 y su decreto reglamentario, el 0987/05 del 3 de junio de 2005 que posibilita el acceso a métodos anticonceptivos quirúgicos -denominados ligadura de trompas de falopio para las mujeres y vasectomía para los hombres por intermedio de los efectores públicos- en el marco del Programa de Procreación Responsable de la provincia que es la ley 11.888 de 2001. Esa resolución municipal organizó un protocolo de procedimiento que unifica criterios y da pautas para actuar ante cada caso en orden a las condiciones particulares de orden físico-clínico, psicológico, socio-cultural, de riesgos y consecuencias.
Desde el 1º de septiembre cuando se comenzó a trabajar con el marco legal y con la actuación de comités multidisciplinarios en los dos efectores, el Sáenz Peña y la Maternidad Martin, los dos sitios donde está desde el municipio la mayor cobertura en las áreas de obstetricia y ginecología- se realizaron 72 ligaduras de trompas, 66 de ellas en el hospital de la zona sur, mientras que hay 122 pedidos en espera para los próximos meses y lo que sin duda resulta novedoso, dos pedidos de vasectomía.
El perfil de las mujeres que decidieron recurrir al método de la anticoncepción quirúrgica señala que la edad promedio es de 35 años y que la mayoría de ellas son multíparas (se considera así desde el cuarto hijo). Hubo sin embargo un caso de una joven de 24 años y otro de una mujer de 46. Hay un porcentaje de ellas que son HIV positivas o tienen otras enfermedades asociadas, como la diabetes o la hipertensión, o bien tomaron la decisión por dificultades en la adherencia o tolerancia a los anticonceptivos no quirúrgicos.
Beatriz Martinelli, la directora general de Promoción de la Salud de la Secretaría del área municipal, explica que las pacientes que tomaron esa decisión lo hicieron después de contar con toda la información necesaria para decidir. Esa información tiene que ver con que existen otros medios de anticoncepción no quirúrgicos y que tanto la ligadura como la vasectomía son procedimientos irreversibles, por lo menos en el ámbito público que no cuenta con las técnicas como para volver atrás. La solicitud de las interesada -o de los hombres- es evaluada por un comité interdisciplinario -con profesionales en ciencias médicas, en psicología, trabajo social y personal paramédicco- que se reúne con los equipos de referencia que funcionan en los distritos Sur y Sudoeste donde se concentra la mayor población que se atiende en el Sáenz Peña y en los centros de salud.
Como lo marcan los números de quienes piden las intervenciones la casi totalidad son mujeres y el derecho a decidir tiene que ver con la posibilidad de hacerlo sobre qué hacer con el propio cuerpo, con la vida y con la salud, según las situaciones. Martinelli primero y luego Susana Arminchiardi, trabajadora social, insisten en que para el ejercicio de este derecho es importante contar con todo el bagaje informativo.
-¿Quiénes son las mujeres que piden acceder a la anticoncepción quirúrgica o a quienes el equipo interdisciplinario puede proponérselo como una alternativa?, preguntó este diario a Martinelli.
-Se trata de aquellas mujeres con una historia reproductiva complicada- multíparas con poca adherencia a los métodos no quirúrgicos-, en quienes hay que evaluar la edad en relación con esa historia y también el caso de enfermedades asociadas. Se tiene en cuenta entonces que esas mujeres no estarían en condiciones de tener más hijos por las causas citadas o por su propia decisión. Para ciertos casos el de la ligadura de tropas es el método más indicado.A veces la propuesta la hace la paciente y en otras oportunidades la formula el equipo que considera que es lo más adecuado para una determinada situación.
La idea con la que trabaja el comité de evaluación es que cada caso se analiza pero la decisión final es de la mujer, o del hombre. Se trata de que cada cual tome la decisión con la mayor autonomía a partir de tener acceso a toda la información posible y al conocimiento de las ventajas y desventajas de cada método. Por eso en la entrevista con miembros del comité interdisciplinario recibe una explicación del método y "un consejo pero la decisión es suya", dice Martinelli, mientras expone el folleto con la información para usuarias en las que se incluyen preguntas con respuestas detalladas y la apelación final: "Es una decisión muy importante, pensalo bien".
Entre las 122 mujeres que ya solicitaron la anticoncepción quirúrgica se incluyen los casos de embarazadas que deciden utilizar el método si se les practica una cesárea y otras que resuelven hacerlo después del parto.
Son dos los casos de solicitud de vasectomía en el Hospital Roque Sáenz Peña que esperan para realizarse a partir de que se trata de cirugías programadas. Uno de esos casos es el de un hombre de 38 años que tomó la decisión a partir de que al igual que su actual pareja tienen hijos de relaciones anteriores. Ahora, quien es su mujer tuvo dificultades en la adherencia con distintos métodos de anticoncepción y él tomó su decisión.
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