Domingo, 26 de noviembre de 2006 | Hoy
SOCIEDAD › VII ENCUENTRO REGIONAL DE CIENCIAS SOCIALES Y SINDICALISMO
Gremialistas y cientistas sociales se reunieron en dos jornadas en Humanidades y Artes para reflexionar sobre el mundo laboral
Por Leo Ricciardino
Desde la caída del régimen de Convertibilidad, el protagonismo del Movimiento Obrero como actor político y social se ha incrementado notablemente. Pero a la vez, surgió un panorama diferente sobre las características que tiene la actual conflictividad regional. Preguntas como, ¿cuáles son y cómo son consideradas las actuales condiciones políticas para el desarrollo del Movimiento Obrero?. ¿Cómo pueden las organizaciones sindicales responder a los actuales desafíos? ¿Cuáles son las perspectivas para el movimiento sindical respecto de los 'nuevos' contingentes de trabajadores?; y muchas otras -con sus intentos de respuestas- fueron analizadas esta semana en el marco del VII Encuentro Regional de Ciencias Sociales y Sindicalismo que se desarrolló en la Facultad de Humanidades y Artes, organizadas por el Núcleo de Estudios del Trabajo (NET) y la Conflictividad Social y el Taller de Estudios Laborales.
En el panel de cierre de estas jornadas - "El movimiento obrero después de la caída de la Convertibilidad"-, participaron Carlos Crucella (investigador y profesor de la Universidad Nacional de Rosario), Victorio Paulón (UOM-Villa Constitución y CTA); y Néstor Ferraza (Municipales- Secretario General de la CGT Rosario). Además de las representantes del NET Gloria Rodríguez y Leticia Bereciartúa.
Crucella, con datos estadísticos en la mano, analizó la evolución del deterioro de los salarios que comenzó a partir de 1974, concretamente, tras el "Rodrigazo" de 1975. "Es un largo período de 30 años donde los ingresos de los trabajadores argentinos no lograron nunca la recuperación deseada", dijo el investigador de la UNR y agregó que "en ese sentido, esta es una deuda muy grande de nuestra democracia".
Analizando la realidad del Mercado de Trabajo del Gran Rosario, en base a estudios propios, Crucella reseñó que la ciudad y su región, contienen "un 13% de empleo estatal y un 86% de empleo privado y otra pequeña porción que pertenece a otros rubros. Pero en caso del empleo privado, el mayor porcentaje corresponde a servicios. Casi tres cuartas partes de los empleados de Rosario y la región, se ocupan en ese sector".
La baja empleabilidad pública de la zona hace que -a diferencia de la ciudad de Santa Fe-, "sea esta una zona muy sensible a los vaivenes de la actividad económica. En cambio, donde hay una alta tasa de empleo público, por la estabilidad que éstos representan frente al sector privado, la actividad económica se sigue moviendo a un ritmo propio y atenúa así los niveles recesivos que puedan darse en la economía de todo el país", explicó Crucella.
En otro punto, el investigador de la UNR destacó que "desde mediados de 2003 hasta ahora el empleo no ha dejado de crecer, pero sí se puede llamar la atención sobre la calidad de ese empleo", y agregó que "en ese sentido, hay datos por demás de elocuentes: En Rosario y zona, el 38 por ciento de los asalariados no tienen descuentos jubilatorios. Esto indica una sola cosa, que son empleados totalmente en negro. Y esto es sumamente preocupante".
A su turno, el secretario adjunto de la UOM Villa Constitución y dirigente de la CTA, Victorio Paulón señaló que "durante la década del '90 no hubo un solo derecho laboral que no sufriera algún proceso recesivo", y aseguró que "se resistió en esa época hasta donde se pudo. No es que perdimos parte de esos derechos en una mesa de negociación o que los resignamos por mejores salarios, simplemente sufríamos las consecuencias de la aplicación de un neoliberalismo totalmente deshumanizado". Y en se sentido "particularmente, no hago distinciones entre el gobierno de (Carlos) Menem y el de la Alianza, por algo Domingo Cavallo fue ministro en los dos gobiernos".
Paulón recordó que esa "década infame" la desocupación "pasó del 7 al 21 por ciento, y el objetivo era la destrucción del movimiento obrero argentino". Y aseguró que "hubo resistencias muy claras y hoy eso está a la vista. Después de todo lo que pasó, en la UOM nosotros hoy negociamos con el convenio de 1975 en la mano, eso lo pudimos conservar, no pudieron hacerlo desaparecer". Y aseguró que a partir de este año, en el sector metalúrgico, "comenzamos a ver una realidad distinta que puede verse claramente en algunos números. La UOM tenía en 1975 550 mil afiliados en todo el país, en 2001 pasó a tener sólo 85 mil y hoy estamos en los 180 mil afiliados. Se marca claramente el proceso de la actividad, si bien estamos lejos de las cifras históricas, la recuperación es innegable".
El secretario general de la CGT Rosario, Néstor Ferraza intervino sobre el cierre del panel. El municipal repasó también la década del `90, remarcando que "el plan económico conllevaba además, la actitud de tratar de destruir los gremios para fortalecer los intereses de los capitales trasnacionales que comenzaban a llegar al país". Y agregó que "a pesar de todos los intentos que se hicieron, de los niveles de desempleo desconocidos hasta ese momento; no pudieron hacerlo porque el movimiento obrero argentino está hoy de pie e intentando después de muchos años, seguir en la senda de la recuperación del salario".
Para Ferraza, el actual proceso de recuperación salarial "es auspicioso, pero todavía lento". Y comparó: "En 1992 un empleado cobraba promedio, 500 dólares, en el 2001 llegaba a los 1.100 pesos. Ahora, en 2006 el promedio salarial es de 1.500 pesos, o sea los mismos 500 dólares de 1992. Si en los '90 no alcanzaban 500 dólares para vivir, hoy tampoco alcanzan. Por eso, estimamos que el salario promedio de los trabajadores argentinos debería rondar hoy los 2.500 pesos. Nadie tendría que ganar por debajo de esa cifra".
Otro punto sobre el que habló el dirigente cegetista, fue el "ascelerado proceso de extranjerización que se está viviendo en un sector de las empresas argentinas", y señaló que "hoy, si analizamos las 500 principales empresas del país vamos a encontrar que al menos 200 de ellas ya pertenecen a capitales extranjeros. Este un tema para seguir de cerca, porque creo que es un proceso preocupante más allá de que estas empresas conserven a la totalidad de sus empleados e incluso agranden notablemente su planta de personal. Los capitales extranjeros no siempre se comportan como uno espera o desea, y no necesariamente de acuerdo a las necesidades e intereses de un país".
Los dirigentes sindicales agradecieron la invitación a este VII Encuentro Regional de Ciencias Sociales y Sindicalismo, y destacaron al espacio como "un lugar necesario para debatir ideas relacionadas con el mundo del trabajo y el sindicalismo que no muchas veces se da en otros ámbitos". Ferraza, por ejemplo, destacó que "con Victorio (Paulón) por más que pertenezcamos a centrales obreras diferentes, estamos en el mismo camino de defensa de los interes de los trabajadores".
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