Los concejales en su sesión de ayer experimentaron un inusual y prolongado momento de reproches y quejas cruzadas por lo que algunos consideran sería la discriminación de ciertos ediles que sienten que sus proyectos naufragan mientras que los de otros -similares a los suyos- sí prosperan en las comisiones y llegan a debate. Fue la sensación que ayer confesaron algunos mientras aprobaban, automáticos y por unanimidad, tres proyectos acerca del programa Mi bici, tu bici: la instalación de infladores automáticos en las estaciones de las bicicletas públicas, y la colocación de luces y sillitas en estos rodados, todo impulsado por el radical Sebastián Chale. Otros como Jorge Boasso, Fernanda Gigliani, Norma López, Celeste Lepratti y Lorena Giménez facturaron que tuvieron iniciativas parecidas que no pasaron de comisión. Entonces, llegó el humor y la autocrítica de cuerpo: "Este momento de catarsis colectiva", definió Gigliani. "Esta suerte de terapia de grupo", se sorprendió Diego Giuliano.