Jueves, 7 de febrero de 2008 | Hoy
La psicoanalista Laura Capella, coordinadora y creadora del Ciclo Del Derecho y del Revés del Centro Cultural Bernardino Rivadavia escribe sobre características del capitalismo.
Por Laura Capella *
La época actual nos sorprende, nos anonada. Efimia Lagiu, profesora en la Facultad de Ciencias Políticas y abocada al estudio del Trabajo, respondió públicamente a una pregunta con la que yo venía insistiendo en el ciclo "Del derecho y del revés" del Centro Cultural Bernardino Rivadavia (CCBR), el año pasado, diciendo: "Esto que estamos viviendo es capitalismo, es modernidad". Junto a Norma Valentino nos aclararon la diferencia entre el modelo del fordismotaylorismo (trabajoconsumotrabajo) y el de la economía de mercado o modelo neoliberal (consumoconsumo). Una misma estructura, la capitalista; una misma época: la modernidad, pero otra lógica.
Estas dos lógicas: la de trabajoconsumotrabajo y la de consumoconsumo, son lógicas que corresponden al ciudadano por un lado, el cual posee derechos y obligaciones y al consumidor, por el otro, el cual posee poder adquisitivo. Con la lógica de mercado la población deviene superpoblación. Ignacio Lewkowicz llamó a esto "condición superflua" del hombre ningún eje estructural proporciona inclusión.
Este modo "mutado" del discurso Amo, llamado por Lacan discurso Capitalista provoca la ilusión de que todo es posible. Couso dice que la alianza entre ciencia y técnica promete la felicidad en el encuentro con los objetos gadgets. Todo es posible, basta tener el dinero suficiente para obtenerlo.
Condición de todo, superfluidad del hombre y corrupción, son rasgos que comparte nuestra época con el análisis que Arendt hace de los totalitarismos.
Respecto de la corrupción, Primo Levi describe un caso límite: los Sonderkomandos Escuadra Especial grupos de prisioneros encargados de acarrear con los cuerpos de sus compañeros asesinados en las cámaras de gas, despojarlos de cabellos, dientes de oro; y luego incinerarlos en los hornos y hacer desaparecer también sus restos por el triste privilegio de sólo vivir unos días más y compartir una migaja de poder con los asesinos. Los considera un triunfo de los "Señores de la muerte", por destruir éstos no sólo los cuerpos, sino las almas de sus víctimas.
En el actual estado de disolución de las clases otro aspecto del régimen totalitario en las que el sujeto no parece determinarse por su inclusión en el sistema productivo, sino en tanto consumidor, se equiparan imaginariamente los ricos y los pobres, y la corrupción los envuelve a ambos.
Podemos ver en nuestra época, dos situaciones semejantes: en los '90, María Julia, vinculada ella y su familia a los sectores más oligárquicos de la sociedad, pasa a ser funcionaria de un Presidente perteneciente al partido en cuyo himno se proclamaba la lucha contra el capital; Presidente que hizo alarde de la corrupción bajo la fachada "progresista" de la trasgresión y que he vinculado al concepto de infracción de Ulloa en un articulo publicado en este diario(1). En esos oscuros años, esa mujer, madura y poco atractiva, apareció fotografiada en una pose pretendidamente erótica, en un semanario de actualidad. Actualmente esta ex polifuncionaria está procesada por administración fraudulenta.
En esta década, la mujer de un líder piquetero, dirigente ella también, fue fotografiada en una revista similar, en actitudes también pretendidamente eróticas y luego participó de un reality televisivo en la que bailó distintas coreografías, incluido un baile del caño vestida de sadomasoquista con ropas de cuero negro y látigo. Creo que ambos ejemplos muestran una compartida corrupción, y similares y desclasados medios de impactar en el público.
Como psicoanalistas sabemos que si una estructura encorseta, de lo que se trata es de descompletarla, acotarla; por el contrario, cuando lo que amenaza es la falta de estructura, hay que construir en análisis.
Para terminar, me parece muy interesante la propuesta que hace André Gorz en el sentido de reconocer que para la revolución informática el principal capital fijo es el saber, y que éste está cada vez más democratizado por la misma informática. Reconocer esto y que con los desechos de la sociedad de consumo se puede construir un contrapoder a través del cual se pactaría con los estados, nos evidencia una brecha siempre las hay en la lógica de consumo, para no ser consumidos por ella. Un modo, no el único, de sacudirnos el anonadamiento y la corrupción.
1- La transgresión, de las Madres de Plaza de Mayo al presidente Menem Página Psi de Rosario/12 del 30 de marzo de 1995.
* Psicoanalista. A partir de un trabajo presentado en la Reunión Lacanoamericana de Montevideo, en noviembre último.
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