[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Las ofertas que han surgido en la actualidad, a partir de los progresos de la ciencia y la técnica, han despertado especial interés en parejas y mujeres afectadas por no poder cumplir sus sueños de maternidad y paternidad. Dejemos de lado aquellas posiciones adoptadas por algunos practicantes que se pronuncian de antemano ante la nueva situación y piensan que no se debería someter a una mujer a determinados tipos de procedimientos para acceder a la maternidad.

Otras sostienen que el psicoanálisis no está concernido en los nuevos

modos de acceder a la maternidad. Es necesario reconocer que en nuestra

práctica recibimos mujeres que plantean una serie de dificultades,

conflictos, angustias, ante la misma posibilidad que se les ha abierto y recurren a un psicoanalista para intentar dilucidar las situaciones conflictivas por las que atraviesan.

Nosotros consideramos que hay que detenerse en los problemas que afectan a los sujetos a partir de nuestra práctica. Es por eso que planteamos una investigación que aborde esta nueva clínica que introduce particularidades fundamentalmente en relación a la demanda de maternidad.

Uno de los temas referidos a la temática que abordamos nos lleva a

pensar en los diferentes tipos de maternidades, en el modo en el que los cuerpos son atravesados por procedimientos de procreación ante los

avances y usos científicos y médicos.

Sabemos que esta posibilidad que se presenta conmociona la sentencia que se venía sosteniendo hasta hace poco que "madre hay una sola". El

problema es que esta investigación de las madres no deja de presentar

dificultades cuando se trata de posiciones diferentes ante la llegada de un niño.

El debate gira en torno a las cuestiones que nos interpelan cuando quien gesta a un niño no es quien lo estará esperando, cuando quien lo porta en su vientre no devendrá su madre. Tiene importancia para una mujer esta disociación que se produce entre su maternidad y el organismo viviente que le da la posibilidad de hacer nacer un niño. Si bien tenemos en cuenta que en relación a la paternidad todo hijo es adoptivo, nos preguntamos de qué manera y a qué dependencias obedece la posibilidad de una mujer de satisfacer su demanda de hijo. Por eso nos resulta de suma importancia atender a lo que se dice en un análisis en relación a la demanda de deseo de hijo. Cada consulta presenta cuestiones muy diferentes.

Estructuralmente la maternidad aparece en Freud como aquello que podría colmar el ser en menos que caracteriza a la mujer. Constituye una solución, o más bien, la solución a los avatares de la castración femenina. La maternidad es entonces uno de los caminos y la culminación

de la femineidad. Ante la dificultad de encontrar una resolución del

Edipo femenino, la salida en la mujer será por el lado del hijo. Este

vendrá a ocupar el lugar de falo que ella no tiene. Hay en Freud identificación, correspondencia de la mujer con la madre.

En este punto Lacan difiere: la madre no agota a la mujer y la femineidad condiciona la posición de la mujer frente a la maternidad. De allí la importancia de la manera en que el niño es situado a partir del deseo de la madre, en especial a nivel fantasmático.

La pregunta que nos atañe, es de qué manera las nuevas tecnologías con la oferta que ellas implican repercute, interfiere, obstaculiza el fantasma que permitía alojar al niño como "mi hijo". Recordemos la complejidad del problema, tal como lo presenta un único caso de subrogación de vientres que se realizó en nuestro país, a partir de un juicio ocurrido en el año 2013. El padre de la niña escribió un libro que se titula: "La fuerza de un deseo: primera subrogación en la Argentina". Quizás fue lo que pudo entrever la jueza, que en un fallo inédito permitió a una pareja anotar a un bebé que había sido gestado en otro vientre como hijo propio. Se trataba de una mujer que había guardado sus óvulos antes de que se le practicara una cirugía que la dejó sin útero. Uno de estos óvulos, se juntó con el esperma del marido de la mujer y el embrión resultante fue implantado en el vientre de una amiga de la pareja. En el fallo, la jueza expresa lo siguiente: "El niño no estaría en este mundo de no haberse recurrido a la gestación por sustitución por parte de una o dos personas que desearon fervientemente su existencia; tanto lo quisieron, que no pudiendo hacerlo por otro método recurrieron a uno que implica dificultades de todo tipo".

Desde el campo jurídico, nos interesa destacar que la actual ley argentina no reconoce tal posibilidad, porque se basa en la premisa de que la maternidad es equivalente al parto. Desde este campo, nos interesa señalar el desajuste que se ha producido en la medicina y la legislación sobre este tema. Para concluir, es de sumo interés atender a las resonancias subjetivas que implican las nuevas modalidades de acceder a la maternidad. Modalidades que posibilitan que ese deseo de niño sea hoy una realidad. Teniendo siempre en nuestro horizonte que la regulación jurídica es éticamente imprescindible. Nos queda a los psicoanalistas elaborar una casuística que nos permita plantear las peculiaridades que ante una misma situación se presentan en la clínica.

Nuevo campo que se abre para el psicoanálisis aplicado y que conlleva los principios psicoanalíticos en la dirección de la cura. Muestra de ello es este trabajo que surge de un grupo de Investigación de AASM "El impacto de la época en el cuerpo" que presido. Lo integran Juan Martin Mogaburu, María del Carmen Pérez Cabalar, Cecilia Mastropierro, Claudia Mastropierro, Diego Kleidermacher, Paola Lorenzo y María Soledad Carnuccio.

*Psicoanalista Miembro EOL y AMP. Directora Aperiódico Psicoanalítico.