Este 1º de julio se cumple un nuevo aniversario de la desaparición física del Tte. Gral. Juan Domingo Perón, tres veces presidente de los argentinos por decisión democrática del Pueblo. Queremos rendirle nuestro homenaje no enumerando sus obras y realizaciones sociales desde que irrumpió en la política argentina en 1943 cambiando la historia de nuestro país, las que por su profundidad y trascendencia ningún argentino desconoce; sino recordando al político dotado de cualidades extraordinarias para identificarse con el pueblo que le tocó gobernar. Y esta cualidad y esta reivindicación nos alcanzan a todos. Alcanza a quienes lo amaron y a quienes fueron sus adversarios, porque todos hacemos política y utilizamos este maravilloso instrumento para guiar la convivencia humana. Para hacerla posible, para orientarla, para superar la fuerza como único derecho. Porque fuera de la política siempre queda como único recurso, como única y siniestra alternativa la fuerza, "el derecho de las bestias" como él la calificó. Porque hemos aprendido duramente que la política es la contracara de la fuerza. Es la manera de avanzar como sociedad y de resolver los conflictos sectoriales y problemas cotidianos de cada uno de los argentinos.

"Entre el tiempo y la sangre, me quedo con el tiempo", nos decía. Y el tiempo es la herramienta de la política, la que permite superar los enfrentamientos, procesarlos pacíficamente, armonizar las diferencias y evolucionar como colectividad. Porque esa armonía y esa evolución fueron su prédica permanente recordamos el Perón que desensilla el caballo de la lucha entre hermanos, y pide madurez, la exige, la implora. Porque comprende la necesidad de superar los conflictos creciendo como sociedad. El que marca el rumbo de un país en el cual los puntos fundamentales estén fuera de discusión. Un país sin debates infantiles y sin planteos a "todo o nada". Donde los ciudadanos, pertenezcan al partido o sector al que pertenecieran, puedan estar conscientes de que el poder, ése que resulta de la política, se ejercerá para ellos y no contra ellos. Un país donde existan coincidencias esenciales que superen las naturales divergencias, porque "para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino". Por eso hoy, a treinta y cuatro años de su muerte y cuando la sociedad argentina parece copiarse de sus propios errores, queríamos homenajear a ese Perón que nos impulsa a enfocar nuestra tarea hacia la solución definitiva de los grandes temas nacionales.

* Presidente del Bloque de Diputados provinciales PJ-Frente para la Victoria de Santa Fe.