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A medida que se acercan las primarias de agosto, el fuego graneado entre los candidatos empieza a ser más ostensible. Esta semana, las municiones fueron en todas las direcciones. El candidato a diputado nacional por el PRO Miguel Del Sel ya casi no oculta su sorpresa por su posicionamiento en las encuestas: Tercero cómodo no parece ser un lugar apetecible para quien irrumpió en la política como una tromba electoral sin contenido pero canalizando broncas para un lado y para el otro. Pues bien, ese escenario de 2011 en Santa Fe, está visto, ya no existe. En ese marco, el cómico no puede encontrar un camino discursivo que pueda volverlo atractivo. Sigue siendo el mismo mensaje inconsistente de siempre pero ya no es una novedad, sus discursos de antipolítica tienen fecha de vencimiento y poco convencen a un electorado que hoy se muestra mucho más tranquilo que en anteriores batallas. Alerta, pero sin desesperación.

Esa tranquilidad beneficia más que nada a Hermes Binner. Se sabe, su personalidad y su manera de decir las cosas van en sintonía con el ambiente político cuando el público se cansa de la beligerancia. Eso sí, su exageración a la hora de recortarse como opositor al gobierno nacional poco podría aportarle en esta elección de medio término que -según todas las consultoras- lo muestran tranquilo ganador de la contienda en Santa Fe. Se entiende que esté pensando en su candidatura en 2015, pero las batallas se libran de a una, indica el manual y las costumbres.

"Siempre los oficialismos buscan polarizar con alguien en especial, con quien les convenga pero además, con quien perjudique a otro contrincante que quieren ir borroneando", dijo un dirigente local en los últimos días. En ese entendimiento no es difícil adivinar que Binner ya lo eligió a Jorge Obeid para esos menesteres. El candidato del Frente para la Victoria no podría "robar" ni un voto del Frente Progresista y viceversa, con lo cual es natural que los dos estén interesados en llamar la atención sobre sí mismos en detrimento del ex Midachi.

Del Sel eligió un blanco esta semana y por ahí probó con la agresión para tratar de taponar uno de los agujeros por los que, presume, pueden escapársele más sufragios. "Se pone la mochila de los corruptos", le espetó a Obeid para pegarlo a los últimos escándalos del kirchnerismo y tratar de consolidar votos peronistas disconformes con el gobierno nacional y con la presidenta de la Nación.

Obeid ni siquiera le contestó en esta estrategia de ninguneo al cómico y sólo lo llamó "Miguelito" y dijo que le causaba simpatía porque "es hincha de Unión como yo". El ex gobernador es un experimentado luchador electoral y no será fácil tentarlo con el agravio, más cuando tiene en su poder planillas que lo muestran recuperando votos que el peronismo fue perdiendo en las últimas elecciones. Los trabajos que se conocieron el fin de semana fueron contundentes en ese sentido.

La lista que encabeza el ex gobernador peronista tendría que empezar a preocuparse un poco más por Rosario y el sur en general. En rigor, por aquí sólo está haciendo campaña Eduardo Seminara, un dirigente muy respetado, ex preso político, vicerrector de la universidad, pero aún con un alto grado de desconocimiento. Si bien Obeid puede garantizar votos en el centro norte provincial y, tiene un amplio grado de conocimiento en Rosario, se supone que la estrategia de campaña lo traerá más seguido por estas tierras para no dejar desguarnecida la publicidad de la lista, sobre todo teniendo en cuenta que la segunda es Josefina González, una militante de La Cámpora también desconocida y que -como ya es costumbre para la agrupación- la indicación es recorrer todos los lugares que se puedan pero sin declaraciones.

También en Rosario.

Por aquí y hablando de la campaña local, el oficialismo y su lista que encabeza el ministro Miguel Cappiello; también adelantaron que van a polarizar con la lista de Héctor Cavallero. Ya lo había mencionado el propio candidato y el fin de semana lo ratificó con fuerza el secretario de Gobierno Fernando Asegurado. "Respetamos a todos los postulantes pero vemos que aquí habrá una polarización porque estará presente también la disputa nacional, y eso en Rosario y en la provincia, enfrenta directamente al Frente Progresista con el Frente para la Victoria", se explayó Asegurado sin mencionar siquiera a Jorge Boasso, un adversario que siempre preocupa al socialismo.

Boasso tiene altísimo grado de conocimiento, tanto que elaboró una campaña tan sencilla como positiva: "Si. Boasso", simplemente eso y sin ni una foto del candidato conocido de sobra. El radical por estas horas se apura a dar a conocer encuestas que puedan revertir el lugar que le otorgan por el momento los sondeos difundidos: Tercero detrás de Cappiello y Cavallero y, por lo que se vió hasta ahora, bastante lejos. Boasso estaba que bramaba este fin de semana pero cree que todo forma parte de "una operación en mi contra", dijo a quien quería oirlo. Como sea, él se ve por encima de Cavallero seguro y muy cerca del candidato de la intendenta Mónica Fein. Todos saben que la gran "encuesta" será la del 11 de agosto próximo, cuando la grilla se acomode de cara a las generales de octubre.

Este fin de semana también el secretario de Gobierno disparó munición gruesa contra la oposición en el Concejo Municipal. En el Palacio Vasallo "hay un discurso que se está corriendo peligrosamente a la derecha", dijo Asegurado. Y apuntó a otro candidato: Diego Giuliano a quien le recordó que "ahora está en el PRO, el partido de Macri y el jefe de gobierno porteño emitió bonos para obras públicas en dos oportunidades en Buenos Aires. Por qué Giuliano se niega a darle esa misma posibilidad a la intendenta Fein?", se preguntó el funcionario que salió así a criticar "el coro de voces en contra de la propuesta innovadora que hizo la intendenta", dijo Asegurado en referencia al proyecto de emitir deuda pública para hacer un millar de cuadras de pavimento con un crédito a pagar en años venideros.

Este tema también se metió en la campaña y crecerá en el debate de los próximos días a medida que se acerque el 11A, para los comicios en la ciudad de Rosario. Aquí los candidatos de fuerzas con menos recursos se siguen quejando de la ley electoral que los obliga a ir a una interna por más que no tengan contrincantes en su propio partido o frente. "Es un esfuerzo militante y también económico, vital para nuestros escasos recursos. Pero los grandes aparatos políticos son los que han hecho estos acuerdos a los que todos tenemos que someternos", dijo hace unas horas un candidato a renovar su banca en el Palacio Vasallo.

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