Desde el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress) se mantienen alerta por las "versiones" que dan cuenta de la intención del gobierno provincial de quitarle facultades al organismo de control. El ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente Antonio Ciancio prometió en más de una oportunidad enviar a ambas cámaras legislativas un anteproyecto de ley con un nuevo marco regulatorio. "Es una iniciativa para quitarle la facultad de observar tarifas y planes de obras de infraestructura", apuntó Alberto Muñoz, uno de los vocales del ente. Allegados al funcionario provincial afirmaron que trabajan desde hace un año y medio en el proyecto, aunque no estimaron plazos de envío al Legislativo.

El Enress nació en el marco regulatorio creado por la Ley 11.220, cuando la prestación de agua potable en Santa Fe era privada. Una vez que Aguas Santafesinas Sociedad Anónima (ASSA) apareció en escena en un puñado de localidades, las funciones del ente se sostuvieron a pesar de ser un organismo del Estado que procuraría controlar al mismo Estado. Esa es, de alguna manera, la crítica que traza el ministerio. "Ciancio quiere cada vez menos control y menos regulación, con la excusa de que la empresa sea pública. Y nosotros decimos que es al revés. Siendo pública y monopólica, tiende a ser ineficiente, a aumentar la tarifa y a dejar fuera de servicio a los sectores menos rentables", explicó Muñoz.

Para Ciancio, Muñoz y también Juan José Giani, otro de los integrantes del Enress, no son interlocutores válidos. Colaboradores del ministro aseguran que le envían informes periódicamente al presidente del Directorio del ente Oscar Pintos, con quien tienen una "excelente relación". Pero a los dos díscolos, ni agua. No quiere entrar (o retomar) polémicas con Giani y Muñoz, quienes no han ahorrado críticas al aumento tarifario dispuesto por la Provincia en el último año. "No quiere responderle a un vocal", explicaron desde el Ministerio.

No obstante, sí reconocieron que la Provincia viene trabajando desde hace 18 meses al menos en la elaboración de un nuevo marco regulatorio. Consultaron con entidades intermedias, ongs y profesionales para su concreción, aunque no hay estimaciones de la derivación al Legislativo ni de los alcances de dicho proyecto. En ese sentido, Muñoz recordó que en dos ocasiones hubo "versiones" sobre una posible eliminación del Enress, cuando se descubrió la presencia de arsénico en el agua de Cañada de Gómez y en la reciente discusión tarifaria. "Sería bueno que el ministro se anime, que blanquee, si quiere ser autoritario y no quiere ser controlado", apuntó el ex presidente del Directorio.

Para el marco de su funcionamiento, ASSA tiene un contrato de vinculación transitorio con el gobierno provincial. Dicho acuerdo comenzó en 2006 "y se fue prorrogando y prorrogando". La última extensión se firmó a fines de 2011, "con el agravante de que prórroga tras prórroga se le van quitando permanentemente compromisos contractuales a la empresa, lo cual es muy concordante con el hecho de que cada vez tengamos menos inversión. En 2011, 303 millones, en 2012 unos 200 millones y este año 107 millones".

El Enress es un organismo "molesto" para Ciancio. La relación entre ambas partes no ha sido fácil en los últimos tiempos, "el ministro no se ha privado de faltarle el respeto a lo que es la regulación a lo largo de todo el proceso. Por empezar, no fue a la audiencia. Ha presionado en los medios de comunicación una y otra vez en una actitud de falta de respeto absoluta a la regulación. Actitud que de ninguna manera se puede decir que es democrática".