Lunes, 29 de septiembre de 2014 | Hoy
OPINIóN › SIETE DíAS EN LA CIUDAD.
Las escalofriantes novedades en torno a los partidarios de los linchamientos. Una renuncia radical que arrastrará profundas discusiones políticas y éticas. Más dinero para Rosario y demasiado escándalo por un rico Carlito.
Por Leo Ricciardino
Las impactantes revelaciones que expuso el abogado de la familia de David Moreira, alertan sobre una sociedad que no sólo parece desconocer los límites de la violencia, sino que además muestra una escasísima formación cívica y cultural. El doctor Norberto Olivares judicializó varios perfiles de Facebook de miembros de la comisión directiva del club Amistad y Unión de barrio Ascuénaga, allí donde David fue muerto a golpes al haber sido hallado intentando robar una cartera.
Esos perfiles de personas que escriben atrocidades como "amputar" miembros de un ladrón o justificar los linchamientos, causan escalofríos porque después de escribir eso seguramente esas mismas personas llevan adelante una práctica totalmente distinta, en ese mismo club, quizás ayudando a pibes a tener otro tipo de oportunidades. Una sociedad o un Estado sin esperanzas hacia el futuro, debe ser una de las peores pesadillas de cualquier democracia.
Pero, justamente, para mantener esa esperanza hay que distinguir. Muchos de los vecinos de ese barrio del que por ahora han surgido dos de los presuntos asesinos de Moreira; se expresan violentamente por el hartazgo que les genera la inseguridad. No quiere decir que ellos harían lo mismo que avalan y pregonan. Y a la inversa, quizás muchos de los que condenan claramente estos hechos a la hora de una emoción violenta actuarían matando. Por eso carece de sentido el argumento que muchas veces se escucha en referencia a "qué harías vos si atacan a tu hija, a tu familia". Como diría Humberto Eco: "Yo probablemente intentaría matar a esos delincuentes, pero yo no soy el Estado". Es decir, los mataría como una reacción, pero sin pregonar ese tipo de acciones ni intentar después esquivar la responsabilidad que una muerte conlleva.
Por eso esa pregunta no tiene sentido. Porque todo está contemplado en el Código Penal. La emoción violenta, la legítima defensa, el exceso de la legítima defensa, la alevosía, etc. El fiscal Florentino Malaponte ha actuado más allá de las presiones, ha preservado las penas y les imputa a los detenidos homicidio calificado con penas que llegan a la prisión perpetua. Ese es el resultado de matar a un presunto ladrón que ya estaba totalmente inmovilizado.
Moreira quizás pagó por muchos otros ladrones anteriores que amenazaron a esos mismos vecinos. Los que lo mataron pagarán por muchos que tienen pensamientos violentos y, deben saberlo, totalmente fuera de la ley.
Renuncia radical
Juan Cruz Cándido era hasta hace pocas horas el presidente de la Juventud Radical de la provincia de Santa Fe. Renunció estruendosamente a su cargo después de denunciar al máximo referente del radicalismo santafesino Mario Barletta. Lo acusó de haber "fraguado" listas y "falsificado" firmas para crear agrupaciones "fantasmas" a lo largo y lo ancho del territorio. Cándido renuncia haciendo una pregunta fundamental que ni Barletta, ni ningún otro dirigente serían capaces de responder: "Cómo enfrentamos a un joven que ha empezado a militar recientemente, que se esforzó por formar su lista acorde a lo que establecen los reglamentos, convenciendo gente, consiguiendo avales; cómo lo miramos a los ojos y les decimos que su lista no puede inscribirse pero sí otra trucha, con firmas falsas y avales inventados". Y agrega lapidario: "Le hicieron creer en el radicalismo como herramienta política de cambio y después se encuentran con esta cachetada", dijo el dirigente que denunció más de 40 listas truchas del radicalismo provincial.
Obras menores y Carlito
Esta semana la Cámara de Diputados de Santa Fe reparó con media sanción una asimetría que complicaba a los dos municipios de primer grado que tiene la provincia. En efecto, ahora Rosario y Santa Fe van a formar parte del reparto actualizado de los casi mil millones de pesos que al año se distribuyen en concepto de obras menores. Un fondo que crece con el presupuesto, ya que representa un porcentaje del mismo.
Rosario y Santa Fe estaban excluidos porque perciben los Fondos del Conurbano desde la década del '90, pero este flujo de dinero es siempre el mismo y fue perdiendo incidencia con los años.
En ese marco a Rosario le tocarían unos 60 millones de pesos extra, cuando el Senado le dé la media sanción que falta al proyecto. Pero además, se la habilita a utilizar parte de esta nueva partida para solventar el transporte urbano de pasajeros. Algunos interpretan que no podrían utilizarse más que 18 millones, lo que representa actualmente el déficit de dos de los doce meses anuales.
Pero ya han surgido voces en el Concejo Municipal que adelantaron el debate. El concejal Martín Rosúa (UCR) cree que en realidad no hay límite para volcar recursos de ese fondo al transporte. Mientras que el concejal Roberto Sukerman quiere que ese fondo se utilice solamente para obras infraestructura barrial -tal el sentido de su creación- y que la provincia busque otra manera de aportar al financiamiento del transporte.
Paralelamente, el diputado provincial Luis Rubeo aseguró que ya están buscando otros mecanismos de aportes directos desde la provincia, mediante un porcentaje del Impuesto a los Sellos que no se coparticipa internamente y que va todo a Rentas Generales. Desde allí se podrían obtener otros 100 millones de pesos para el transporte de pasajeros de las ciudades de la provincia que tengan este servicio.
Pero el Concejo también se ocupa de otros temas. El concejal Carlos Comi fue injustamente castigado al proponer declarar al "Carlito" (así, sin la "s") como Patrimonio Cultural de Rosario al ser una pura creación local. El famoso tostado de miga con Ketchup en lugar de manteca esa es la verdadera variante local, nació en un bar de la avenida Pellegrini hace décadas y se ha popularizado sin duda. Muchos periodistas o comentaristas políticos creen que los ediles hacen mal en ocuparse de estos temas. Pero es bastante hipócrita creer que estas actividades le sacan tiempo a otras discusiones supuestamente trascendentes. Es un debate de cinco minutos que deja un sello para la ciudad, la misma que fue declarada Capital Nacional del Helado Artesanal por la Cámara de Diputados de la Nación, y nadie armó tanto escándalo.
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