Domingo, 1 de marzo de 2015 | Hoy
OPINIóN › PANORAMA POLITICO
Por Pablo Feldman
A 50 días de las PASO en Santa Fe, las principales fuerzas políticas tienen definida la estrategia para el primer turno electoral. Los movimientos iniciales de los candidatos permiten advertir que el contexto nacional tendrá una incidencia relativa. En todo caso, la referencia a eventuales candidatos a la Presidencia de la República puede aparecer en determinadas circunstancias pero lejos está de definir las chances de los aspirantes santafesinos. En ese sentido, hay coincidencias entres quienes han recurrido a las encuestas que por diferentes razones prefieren no hacer públicas como parte del aparato proselitista y utilizarlas para afinar la puntería para los próximos 45 días de campaña. Salvo el peronismo, que largó más atrás, sobre todo a la hora del armado de listas, tanto el PRO como el FAP se muestran expectantes frente a un escenario que ambos describen como favorables, uno porque mira "la foto" del momento, el otro porque elige "la película", es decir, la sucesión cuadro tras cuadro que de aquí al 19 de abril lo llevará a un triunfo indispensable para retener la provincia el 14 de junio.
Las primarias son un buen indicio, pero nada definitivo, sino que lo diga Rafael Bielsa, que en 2007 se sintió gobernador por más de un mes, cuando "sumó" sus votos a los de Agustín Rossi y fueron más que los de Hermes Binner, que no tenía oponente en la interna. A las pocas semanas, el socialista lo arrasó en la elección general. Esta vez, se invierten los roles, y si bien nadie duda del triunfo amplio de Miguel Lifschitz sobre Mario Barletta, es en el FAP donde hay disputa y el peronismo marcha con un único candidato en la figura de Omar Perotti. La otra diferencia en relación a aquel comicio es la presencia de un tercero en discordia, el candidato del PRO Miguel Del Sel, que salió segundo en 2011, en una elección dentro de un contexto completamente diferente al de ahora. Entonces, el cómico sorprendió y hasta asustó no solo a los socialistas que pensaban en un "paseo" frente a Rossi. Recordemos que en esa oportunidad, Rossi había derrotado a Bielsa --que entró tercero-- en la interna y a Perotti que llegó segundo en una disputa en inferioridad de condiciones dada la relevancia nacional y medios de sus adversarios internos.
El repaso de ambos comicios --con el mismo sistema que se aplicará en el de este año-- no es ocioso. Permite observar que hay diferencias entre sí, pero a la vez hay pisos y techos de votantes que se mantienen inalterables. En la franja "móvil" entre uno y otro es donde se moverán los candidatos y desarrollarán sus estrategias.
EL FAP
Es el que más tiene que perder y por eso mismo se espera que la primaria lo fortalezca. Sin agravios, con las lógicas reyertas de campaña, los socialistas y radicales se proponen ubicarse en la primera posición con la certeza de que ese será su piso para las elecciones de junio. No sólo no temen fuga de votos, sino que además de retener los sumados por Lifschitz y Barletta, aspiran a capitalizar votantes de Del Sel en la primaria en la medida que el diputado macrista no sume más votos que los que obtuvo para legar al parlamento que fueron muchos menos que los cosechados en su debut de 2011. Si bien son elecciones diferentes, en un par de años se le esfumaron varios miles de votos que no fueron a parar al socialismo, sino de regreso al peronismo, y nada menos que a la lista que encabezó entonces Omar Perotti.
Los socialistas creen que su candidato tiene un piso de entre el 27 y el 30 por ciento. Más lo que sume Barletta, creen superar ampliamente el tercio del electorado. Y consideran que eso será suficiente para imponerse en las PASO. Números similares en la suma para Rosario, donde la proporción del aporte es diferente, Pablo Javkin aparece detrás de Mónica Fein pero dobla a Barletta en intención de voto. Suficiente también, dicen los socialistas, porque para la candidatura a intendente la dispersión del voto es mayor por la presencia no solo de los candidatos del PJ Roberto Sukerman y del PRO Ana Martínez, sino por el concurso de Alejandro Grandinetti del Frente Renovador y Fernando Rosua de otro sector del PJ, que comienzan a crecer en las encuestas.
El Peronismo
No tiene nada que perder. Viene de salir tercero en la última elección de gobernador y en el mismo lugar en las de diputados de 2013 y afronta por primera vez en un cuarto de siglo un comicio con un único candidato, Omar Perotti. El diputado rafaelino tiene un perfil diferente a los kirchneristas, y de hecho sabe que con el sello K no alcanza ni para salir segundo en Santa Fe. Por esa razón es que sus primeras declaraciones han contrastado con las de su compañero de fórmula Alejandro Ramos. En estrategia conjunta, el equilibrista del oeste abre sus brazos y suma todo lo que puede, y el funcionario nacional lo sacude a Carlos Reutemann, como espera la tropa de CFK. A decir verdad, todo lo dicho por Ramos, Perotti lo comparte, pero si ya lo "atendió" su vice, para qué agregar leña al fuego. Prefiere, en cambio, seguir trabajando en el territorio con dirigentes que no lo cruzan al Lole y tratar de capitalizar lo que se ha empeñado en destacar: la unidad del peronismo.
El rafaelino sabe que la partida es difícil, y va a hacer foco en la cuestión provincial, no ya porque el contexto nacional no es el más favorable para el PJ, sino porque su objetivo inicial es sacar más votos que Del Sel. Aun perdiendo la elección, su futuro político y el del PJ también de cara a las elecciones nacionales depende de ese resultado. Por eso mismo, más allá de las críticas a la gestión socialista, su discurso se encaminará a ofrecerse como alternativa de cambio, sabiendo que es más probable que su crecimiento sea en detrimento del PRO que del oficialismo.
EL PRO
Tiene mucho que ganar y que perder. Entre la elección para gobernador de 2011 y la de diputados nacionales de 2013, a Miguel del Del se le extraviaron más de 100 mil votos.
Como se dijo en otro tramo de esta nota, si bien son elecciones diferentes, la tendencia es preocupante para los operadores del PRO. No tiene mucho sentido ensayar las varias explicaciones sobre el fenómeno, pero sí decir que en las encuestas en las que Del Sel está al frente en la preferencia de voto no llega siquiera a ese 27 por ciento que obtuvo en 2013 y está muy lejos del 35,2 por ciento de 2011.
No obstante, son optimistas, pero hay un dato que los preocupa: cómo estirar ese numero si el cómico tiene un 100 por ciento de conocimiento en toda la provincia, frente a menos del 70 por ciento de Lifschitz y menos de 50 por ciento de Perotti.
El pase del Lole al PRO podría darle nuevo impulso, más allá de que --fiel a su estilo--, el ex piloto de fórmula uno ya avisó que "Miguel tiene vuelo propio", una elegante manera de decirle que Dios lo ayude, o en todo caso Mauricio Macri, que tiene elecciones en Capital a la semana siguiente que las de Santa Fe, y que ve en las encuestas incluso las propias que es el candidato a Presidente con mayor intención de voto en Santa Fe, y que el voto "cruzado" con el de Miguel Lifschitz no es un dato menor. Esto lo saben también los socialistas que han comenzado a entender que la figura de Hermes Binner ha entrado en un cono de sombra producto de sus propias decisiones. El "efecto" Reutemann, hasta el momento, en Santa Fe sólo ha sido capitalizado por Eduardo Buzzi, que además de algunos afiches, tuvo la suerte de que el piloto le contestara. "Nunca me gusto a entraña de Buzzi", dijo el Lole que compartió palcos, tractorazos y catilinarias hacia el gobierno nacional, haciéndole saber a los santafesinos que el ex dirigente de la Federación Agraria aspira a la Casa Gris. A Alejandro Ramos, que le recordó su pasado y esencia menemista, no le dijo nada. Indudablemente el agricultor de Llambi Campbell conserva intactas sus dotes de calculador.
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