Domingo, 20 de mayo de 2007 | Hoy
OPINIóN › PANORAMA POLITICO
Por Pablo Feldman
Las declaraciones de Carlos Reutemann restándole apoyo a Roxana Latorre, y poniendo en duda -además- el aval que la senadora santafesina dice tener de su colega Cristina Fernández K, han sido una de las pocas alegrías que recibieron los candidatos del Frente para la Victoria en los últimos tiempos. Las encuestas que se manejan en la provincia -incluídas las pagadas por el FPV- dan una ventaja inalterable de Hermes Binner sobre cualquiera que fuera el candidato del oficialismo. El nivel de "intención de voto" que muestra el candidato socialista no cede y más allá de que la preocupación inmediata tanto de Agustín Rossi como de Rafael Bielsa sea imponerse en las internas abiertas, las chances no parecen demasiadas "si Binner no baja", tal como lo simplificó un candidato a diputado provincial peronista. Y en rigor, Binner "no baja", ni siquiera después de haber cometido algunos errores "no forazados" (como haber comparado a Roberto Rosúa con "el Maradona actual"), o provocar roces como los de la última semana que sirvieron para que por primera vez desde que se largó la campaña aparecieran dirigentes -la vicegobernadora y un par de ministros- a defender la gestión de Jorge Obeid. No fueron ni Bielsa -a quien le aconsejaron que evite el choque con Binner, al menos hasta pasada la interna- ni mucho menos Rossi -que no le perdona a Obeid la parcialidad en favor de su adversario- los que cruzaron al ex-intendente de Rosario. Ambos diputados están "metidos" en la interna y no quieren agotar sus energías en un debate que oportunamente uno y sólo uno de ellos tendrá que llevar adelante.
Bielsa sigue inundando la vía pública con afiches -ahora verdes- que en Rosario proponen "más exportación y más cultura" en una extraña "melange" temática, para rematar con "Rosario imparable", bastante parecido al "Rosario no para" que utilizó el milenio pasado el propio Binner para su campaña.
Los "creativos" de Bielsa han visto que Héctor Cavallero tiene una clara diferencia a su favor sobre Juan Héctor Sylvestre Begnis para la interna y se apuesta a ensanchar esa brecha para asegurar el triunfo en toda la provincia.
Rossi, en cambio, parece priorizar el interior, y si bien públicamente resta entidad a la postulación de la lista de Roxana Latorre, es probable que el daño mayor sea para su sector, atentos a que Latorre ha sido consecuentemente crítica con el gobierno de Obeid.
Según los dirigentes más cercanos a Rossi, las encuestas dan dos o tres puntos de diferencia entre ellos y Bielsa. "Algunas nos dan arriba a nosotros, otras a ellos", sostienen y desdeñan "el par de puntos" que podría cosechar Latorre.
Los Socialistas -que creen en sus encuestas- sostienen que "el 5% o más" que le asignan los sondeos a la senadora en Rosario, serían menos de la mitad en la provincia, pero podrían ser más si el candidato fuera Bielsa". La proyección se basa en otro dato de sondeos -la "baja fidelidad del voto del PJ"- al punto de que si pudieran elegir al adversario se inclinarían por el ex-canciller. Si bien a Rossi, Binner ya le ganó una elección, el cruce de datos sobre nivel de conocimiento, imagen negativa, y fidelidad del voto, le dan un margen mayor sobre el diputado por la Capital Federal que por el Presidente de Bloque oficialista.
Falta un mes y medio para las internas abiertas y obligatorias, y por ahora tanto Rossi como Bielsa se dedican a trabajar sobre el "aparato". En ese sentido las huestes del ex-canciller parecen más organizadas. Sin embargo Rossi despliega un trabajo que no parece únicamente orientado a ganar la interna. Su discurso no se agota en la instancia de los primeros días de julio. A diferencia de Bielsa, que partiría de Santa Fe la mañana siguiente del comicio, el "Chivo" no tiene otro destino ni domicilio que el de esta provincia. Es por eso que no hay -y no probablemente no haya- un choque, una disputa cerril con su adversario interno. Rossi sabe que si Bielsa gana la interna, después lo espera una más complicada, y si lograra vencer a Binner no habría nada que discutir. Si en vez de suceder eso, Bielsa perdiera con Binner, aun tendiendo una docena o más de diputados provinciales y un puñado de senadores, la "conducción" de ese bloque, más los surgidos de la otra listas (la que perdió en la interna) quedaría prácticamente acéfala. Nadie se imagina a Bielsa -pudiendo tener un destino diplomático- caminando los departamentos santafesinos después de una derrota. Rossi -tiene esa opción- aspirará seguramente a renovar su mandato en dos años, y tal vez a reorganizar el peronismo de Santa Fe después de 20 años de reutemismo y su variante no reconocida: El obeidismo. Esto explica lo que parece una actitud pasiva de Rossi, frente al "hoyo en uno" que va a intentar Rafael Bielsa.
Mientras tanto, Binner continúa recorriendo la provincia con cierta tranquilidad. A su alrededor la mayor preocupación no la representan ninguno de sus eventuales adversarios, sino los errores evitables que comete el candidato y que una vez pasadas las internas podrían socabar sus chances.
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