En el segundo día del segundo mandato del intendente Miguel Lifschitz y en el primero del gobernador Hermes Binner los trabajadores municipales dejaron planteado un panorama contundente respecto del reclamo por aumento salarial del 10 por ciento. Ayer una movilización que los organizadores, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario, contabilizaron en 3000 personas se concentró en la plaza 25 de Mayo, frente al Palacio de los Leones para reclamar por el aumento salarial y plantear la extensión del conflicto al ámbito provincial. Pese a las reiteradas negativas de Lifschitz acerca de la posibilidad de aumentar los sueldos en lo que queda del 2007, los municipales insisten en el pedido y anuncian la instalación de una carpa de protesta frente a la sede de la Municipalidad: "Sabemos que el Ejecutivo cuenta con el dinero para hacer frente al aumento", dijo el secretario adjunto del sindicato rosarino y también adjunto de la Federación de Trabajadores Municipales, Antonio Ratner. Claudio Leoni, secretario general de la Festram anunció que antes de las fiestas de Navidad y Año Nuevo las medidas se extenderán a toda la provincia. Mañana habrá una reunión entre el Ejecutivo y el sindicato y el lunes próximo un plenario de delegados decidirá sobre los pasos a seguir.

Los municipales se concentraron en el Monumento a la Bandera desde donde marcharon hasta la Plaza 25 de Mayo. Poco después de las 11 comenzó el acto que tuvo como oradores al secretario general del sindicato y de la CGT Rosario, Néstor Ferraza, al adjunto Ratner y al secretario general de la Federación de Trabajadores municipales Claudio Leoni. "Fue un acto con emoción por la justeza de los reclamos" dijo Ratner quien citó el número de 3000 trabajadores que participaron del acto después del comienzo del paro de 36 horas que comenzó ayer a las 10 y continuará hasta el último minuto de hoy.

Ratner señaló el número de participantes como una muestra que en sí misma refuta "los comentarios del intendente que plantea que este es un reclamo de la comisión directiva del gremio y de los delegados. La gente hizo escuchar su bronca que no es sólo porque no atiende la recomposición salarial sino por el trato que reciben los empleados por parte de las autoridades municipales".

"La bronca se expresó también en que la salud está colapsada porque se atiende a un amplio espectro de pacientes con los mínimos elementos disponibles" mientras los empleados deben hacer alrededor de 5 o 6 horas posibles para atender todos los turnos que se entregan. Ratner dijo que aquellas extensiones de los horarios ya casi se vuelven una rutina para cubrir la falta de personal. Pero el secretario adjunto también señaló que el enojo municipal hizo referencia a la falta de herramientas, de ropa de trabajo y al hecho que el pedido de cambio de repartición "tiene una demora de 7 meses" y el pedido de un adicional, según comentó a este diario, un período de dos años.

Al mismo tiempo Ratner adelantó que el próximo lunes se reunirá el plenario de delegados de Rosario para decidir en qué día se continuará con las medidas de fuerza entre las que se menciona la instalación de una carpa frente a la sede municipal.

Mientras tanto Ferraza aseguró que se reforzarán las medidas que se tomen "y no pasa sólo por el 10 por ciento de aumento salarial, sino por una cuestión de respeto, de actitud y debe haber voluntad para tratar estos temas seriamente. Hemos sido muy pacientes, nos manejamos con respeto pero si alguien le falta el respeto a la gente vamos a estar peleando por lo que corresponde".

Leoni anunció que antes de las fiestas habrá un paro en toda la provincia porque todos los municipales piden y necesitan de ese aumento del 10 por ciento que por otra parte ya acordaron las intendencias de Santa Fe, Rafaela, Puerto General San Martín y Arroyo Seco.