El fuego que se originó a pocos metros de Corrientes y Córdoba provocó una conmoción ayer al mediodía en el centro rosarino. Sin embargo, y pese a lo espectacular del incendio, no se registraron víctimas. Sí se produjeron importantes daños materiales, ya que el departamento incendiado quedó prácticamente destruido. Las llamas arrasaron una vivienda en el segundo piso de Corrientes 823, a pocos metros de la esquina más tradicional de la ciudad, y provocaron un caos en el tránsito del microcentro en una hora pico. A la presencia de tres dotaciones de bomberos, y la lógica congestión vehicular, se sumó la asistencia de gran número de curiosos. Para controlar el foco -que según las primeras pericias se había iniciado en un cortocircuito- los bomberos zapadores debieron trabajar durante al menos una hora. La habitante del departamento, una mujer de 76 años, resultó ilesa aunque sufrió numerosas pérdidas materiales.