Al menos hasta media mañana, los choferes de las líneas 126, 127, 112, 115, 131 y 132 continuarán de paro por el ataque que sufrió el colectivero de la 127, Juan Vélez, ayer a las 5.30, en la punta de línea de Crespo y Sánchez de Bustamante. El trabajador deberá ser sometido a una cirugía en el tendón de su mano, debido a un puntazo. Y mientras tanto, a las 9 habrá una reunión entre los delegados de la Mixta y la conducción de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Los trabajadores se reunirán luego con las autoridades de la Secretaría de Servicios Públicos, el Ente del Transporte, el directorio de la empresa La Mixta, la Secretaría de Promoción Comunitaria y la policía provincial.

"El tema de la inseguridad es permanente, en la madrugada de los fines de semana, cuando los jóvenes salen de los boliches, se viven situaciones muy complicadas. No sólo que suben sin pagar sino que también roban a los pasajeros, molestan y se pelean entre bandas", relató el delegado de La Mixta, César Banchero, a Rosario/12. Por su parte, la gerenta del Ente, Mónica Alvarado, afirmó que en la reunión de hoy tratarán de "arribar a soluciones concretas para normalizar lo antes posible la prestación del servicio". De hecho, el intendente Miguel Lifschitz se acercó de inmediato al sanatorio donde está internado Vélez, para interiorizarse sobre su salud.

Vélez bajó al baño en la punta de línea y se topó con una persona agazapada. Se trenzaron en un forcejeo y el chofer sufrió un puntazo en la mano. El agresor se escapó. "Seguramente estaba esperando para robar a un pasajero, pero esto es permanente", indicó Banchero. El ataque de la madrugada de ayer prendió como una mecha.

Apenas se enteraron del ataque, los compañeros de Vélez realizaron una asamblea espontánea y decidieron suspender las actividades. "No se puede seguir trabajando así", fue la opinión mayoritaria de los choferes. Así que esperan obtener hoy una propuesta de las autoridades, a las que pedirán que refuercen las medidas de seguridad. "Estaba resuelto anteriormente, en distintas reuniones habíamos adelantado que íbamos a proceder así. La línea 126 ha tenido otros casos. Hemos parado por un par de horas, hasta que los pibes terminan de salir de los boliches. Es imperioso encontrar una solución, sea momentánea o definitiva", indicó Banchero.

Los reclamos por seguridad no son novedosos, ni se circunscriben a La Mixta. De hecho, algunas líneas del transporte urbano varían su recorrido durante la noche, y en otros casos, sólo entran en determinados barrios con un policía a bordo. Sin embargo, Alvarado no quiso adelantar las medidas que pondrán a consideración de los choferes, y adelantó que la idea es escuchar sus propuestas. "Nosotros nos queremos encontrar con los trabajadores para analizar medidas conjuntas que permitan destrabar la situación y volver a la prestación normal del servicio", subrayó Alvarado.

Lo cierto es que esta mañana los usuarios de las líneas de La Mixta no las encontrarán a la hora de salir a trabajar. "Seguimos de paro hasta reunirnos con el gremio, y luego con las autoridades. Pero vamos a resolver en asamblea cómo continuamos", indicó Banchero, quien enumeró algunas de las situaciones que vivieron sus compañeros de la Mixta. "A uno le tiraron con una escopeta, rompen los vidrios. En un colectivo se subieron y rompieron todos los vidrios. Se suben, les roban a los pasajeros que van a trabajar, arman grescas", relató las dificultades que encuentran los trabajadores. Y reconoció que la situación es extensiva a todas las empresas. "Pasa en todas las líneas", dijo.

De hecho, Alvarado admitió que vienen "escuchando continuamente los reclamos de los choferes y de las empresas" y aseguró que se abocaron a "generar alternativas diferentes para prestar los servicios".