Al menos un muerto y una quincena de heridos, dos de ellos muy graves, produjo ayer un enfrentamiento frente a la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), entre militantes del mismo gremio. La refriega sobrevino ante la defensa que el gremio local hizo para evitar que la misma fuera tomada por un grupo de medio millar de manifestantes que reportan a la conducción nacional, con quienes están enfrentados. Hubo duras críticas sobre la inacción policial que "dejó liberado" un corredor que permitió el choque de manifestantes: medio millar vestidos con remeras amarillas (color que identifica a la organización nacional) de un lado y doscientos del lado del gremio local. La persona fallecida fue atacada con un arma de fuego, lejos del lugar, y su cuerpo fue hallado después en Rioja al 3464. Sin embargo, la jueza tomó nota de varios impactos de bala que tienen una dirección concreta: uno de ellos esta sobre la ochava diagonal a la sede sindical, con lo cual los investigadores sostienen que hubo disparos desde ese lugar, más aún luego del secuestro en el interior del gremio de dos armas de fuego. El histórico dirigente local Edgardo Barbero apuntó que "no tiene nada que ver Hugo Moyano en esto. La pelea no tiene ese trasfondo de CTA contra CGT", confió. En cuanto al origen de los disparos Barbero apuntó hacia la barra de Rosario Central: "se enfrentaron a tiros con quienes debían pagarle su trabajo en Rioja y Cafferata", indicó.

Lo cierto es que la conducción local apuntó al secretario general del gremio a nivel nacional, Héctor Ponce, de quien venían denunciando que quería intervenir la sede de Rosario por "díscola". Ayer llegaron centenares de militantes del gremio de otras localidades, y se produjo el enfrentamiento anunciado.

Por su parte, el jefe de policía de Rosario, comisario general Osvaldo Toledo, aseguró que de los incidentes participaron personas provenientes de Buenos Aires, Córdoba, norte de Santa Fe y Entre Ríos". Este cronista le preguntó al jefe policial si "no hubiese bastado un cordón policial para evitar el choque cuerpo a cuerpo entre los manifestantes". La respuesta de Toledo fue que "en este tipo de manifestaciones hay que pensar muy bien cuándo intervenir en el momento oportuno, porque a veces se puede decir que fue una exagerada intervención policial. Esto se supone era una asamblea pública en un gremio que estaba prevista ente las partes y no suponíamos que iba a terminar con estos resultados".

En el caso interviene la jueza de instrucción María Luisa Pérez Vara, quien ordenó la clausura del inmueble gremial con un nutrido vallado policial. Cuando tomó esa medida, quedaron 27 personas, en su mayoría dirigentes e gremios que expresaban su solidaridad a los agredidos: Edgardo Carmona y Alicia Simeoni del secretario del sindicato de Prensa, Sonia Alesso de Amsafe, Norma Ríos de APDH, así como representantes de Aceiteros, (que sufrieron el incendio de uno de los vehículos), entre otras organizaciones. A todos se les hizo el dermotest y se los citó para declarar hoy en la seccional sexta.

Para el abogado de Atilra Rosario, Jorge Elizondo: "lo que ocurrió hoy, lo adelantamos: 500 personas llegaron a Rosario dispuestas a tomar el sindicato. Por eso hicimos un acto a las 11 de la mañana y le pedimos garantías al Secretario de Seguridad Carlos Iparraguirre, a través de una nota recepcionada el 2 de diciembre. El funcionario nos prometió garantizar la seguridad, a pesar de lo cual, cuando denunciamos que esta gente llegaba por la autopista nos contestaron que estaban haciendo lo necesario para controlar. Pero está claro que no hicieron nada".

Una vez arribado a la zona, el contingente de militantes de otras localidades dejó sus colectivos y combis en cercanías del club Plaza Jewell's. El grupo de medio millar de manifestantes comenzó a avanzar entonces a las 12, por calle Iriondo desde Rioja, mientras la policía cerraba calle San Luis al 3400 y al 3200, dejando garantizado prácticamente un corredor para el enfrentamiento por Iriondo. Por eso para Elizondo "se liberó la zona".

Néstor Galván director del SIES apuntó una víctima fatal, de 50 años, Héctor del Valle Cornejo, y 15 heridos, los dos más graves con armas de fuego: uno en el cuello de apellido Rizzolo, que fue derivado el Centenario, y otro de apellido Rodríguez.

Finalmente Barbero reveló que los enviados de la conducción nacional "estaban al frente de la columna de manifestantes Atilra Sunchales, y la UTA Santa Fe, donde es asesor el hermano de Ponce, nuestro secretario general nacional". Y repitió que todo ocurrió porque "la policía liberó la zona, los dejaron venir y los dejaron pegar 45 minutos. Recién entonces hicieron un cordón policial y los protegieron a ellos".

Barbero repitió hasta el cansancio que "hubo un enfrentamiento entre unos 30 barrabravas de Central que querían cobrar el trabajo de venir a apretarnos, y tuvieron un tiroteo en Cafferatta y Rioja. El muerto aparece lejos del gremio en Rioja al 3400, y nosotros no salimos corriéndolos a los tiros hasta allá", se sinceró Barbero.